El caso del triple crimen en Florencio Varela sigue manteniendo en vilo a los argentinos y sumando nuevos avances en la investigación. En las últimas horas, Celeste González, mujer detenida e inquilina de la vivienda donde fueron asesinadas Brenda Del Castillo, Morena Verri y Lara Gutiérrez, habló y su testimonio dio pie a una nueva línea de investigación.
De acuerdo al relato de González, los responsables del crimen “llamaron a la familia de una de las chicas”, mientras las estaban torturando.
“Le habían robado a Sotacuro 300 kilos de droga”
El abogado Daniel Giaquinta, representante de González, publicó parte de la conversación que tuvo con su defendida. “Le habían robado a (Víctor) Sotacuro 30 kilos, 300 kilos… después me dijeron 300 kilos. Una de las chicas, con su familia”, relata la mujer.
La versión apunta a una presunta venganza narco, ya que las víctimas habrían estado vinculadas con un grupo rival.

Dos grupos enfrentados y una llamada que aterrorizó
A pesar de que la causa avanza bajo la hipótesis de un crimen narco, González expresó que “la familia de las víctimas también tenía mucho que ver”, refiriéndose a una disputa entre dos bandas de villas diferentes. También, habló de relaciones con el poder político.
En su declaración, aseguró que durante la tortura los asesinos realizaron una llamada a los familiares de las jóvenes: “Le dijeron que devuelvan lo que le habían robado. Él me iba contando, y a mí la verdad eso me da mucho miedo”, confesó.
Quiénes son los sospechosos identificados
En paralelo, Víctor Sotacuro, uno de los implicados en la trama, identificó mediante fotografías a varios de los sospechosos: “El Loco David”, “Pequeño J” y “El Bola”. Además, señaló que Idone y Florencia habían vivido durante seis meses en su casa y que el primero solía usar su teléfono celular.
Según su testimonio, Idone mantenía vínculos directos con el narcotráfico y el ataque habría sido una represalia por el robo de entre 300 y 400 kilos de droga.
