Las hijas de Pedro Alberto Kreder, el jubilado que desapareció junto a su pareja Juana Inés Morales en Chubut, rompieron el silencio en las últimas horas y manifestaron que “es todo muy incierto”, mientras permanecen atentas a cualquier novedad que les permita conocer qué ocurrió con su padre.
La pareja salió de su casa el 11 de octubre con destino a Camarones, y desde entonces no se volvió a saber de ellos. El último registro que se tiene es de las 9.50 en Caleta Córdova, después de haber pasado por la rotonda de las rutas 3 y 39 y el aeropuerto local.

A pesar del amplio operativo de búsqueda que se lleva adelante —con la participación de fuerzas de seguridad, brigadas de rescate y voluntarios que recorren la zona en vehículos 4×4—, aún no se logró obtener datos concretos sobre el paradero de la pareja. La camioneta en la que se desplazaban fue encontrada empantanada, con todas las pertenencias en su interior y sin los teléfonos celulares, lo que hace pensar que habrían intentado continuar a pie en busca de ayuda.
Hallaron restos de una fogata en las cercanías del vehículo de los jubilados
En diálogo con una radio local, Gabriela Kreder, hija de Pedro, contó: “No tenemos información nueva, sólo que apareció una fogata cerca del lugar del hallazgo del vehículo. La búsqueda se está ampliando con más perros, más personas, y estamos expectantes esperando cualquier noticia a cada momento”.
Por su parte, su hermana Laura también habló y subrayó que “es todo muy incierto”. ”No sabemos si estuvieron mucho tiempo en la camioneta o cuándo exactamente decidieron abandonarla. Hay un bidón con agua y un pan dentro, pero no sabemos si lo tomaron con ellos. Eso genera mucha incertidumbre”, añadió.

El hallazgo de una fogata reciente llevó a los investigadores a redirigir la búsqueda hacia la ruta 1, sumando perros rastreadores y vehículos todo terreno. Sobre esto, Gabriela agregó: “El nuevo punto de búsqueda es alentador, pero seguimos sin tener señales precisas. Estamos muy desorientados, porque la situación es extraña: dos personas casi septuagenarias que desaparecen y no hay rastros de nada”.