El 8 de julio de 2011, en un paraje de la provincia de Salta, fue vista por última vez María Cash, de 29 años. Semanas atrás y 13 años después de la desaparación, la causa se volvió a reactivar por decisión de la Justicia Federal. Este martes fue detenido la última persona que la vio con vida.
Por qué se reactivó la causa de María Cash
El fiscal a cargo del caso, Eduardo Villalba, volvió a hacer foco en el lugar donde se vio por última vez la chica. En ese sentido, volvió a citar a los diferentes testigos con el objetivo de construir las últimas horas en que fue vista la mujer.
Uno de los citados a declarar es Ramón Crespín, el dueño de una gomería en la localidad de Palomitas, cerca del lugar donde se vio a María Cash por última vez. En una charla con El Tribuno, el hombre señaló que él ni su familia vieron a la chica los días después de su desaparición y que lo que dijo el camionero -que dejó a la joven en el lugar- no tiene sentido.
“Si él fue quien la vio por última vez, entonces la Justicia debería ir directamente tras él. Nosotros nunca la vimos y la única evidencia apunta a él”, señaló el hombre.
La detención del camionero
Este martes, el camionero Héctor Romero fue detenido luego de la declaración de un familiar de este. Romero fue el último en verla con vida.
El hombre había cambiado sus dichos sobre lo sucedido unas cinco veces. Esas contradicciones aumentaron las sospechas de los investigadores sobre la posibilidad de que nunca la hubiera dejado donde dijo.
Cómo fue el caso de María Cash
María Cash tenía 29 años y vivía en el barrio de Barracas, en Capital Federal, cuando decidió viajar a San Salvador de Jujuy para iniciar su emprendimiento de ropa, por recomendación de un amigo que vivía en esa localidad. Sin embargo, desde hace 13 años que no se sabe nada de ella.
Los movimientos anteriores a su desaparición comienzan cuando la joven se sube a un colectivo en la terminal de ómnibus en Retiro para comenzar su viaje. Pasadas las 11 de la mañana, decidió bajarse en San Miguel de Tucumán, según sus dichos por teléfono, había gente que “no le gustaba” en el micro. Horas después, se subió a otro colectivo hasta Rosario de la Frontera, ubicado en la provincia de Salta, donde se bajó y un camionero la llevó hasta el sur de Santiago del Estero.
El amigo que la esperaba en San Salvador de Jujuy le compró un pasaje desde Santiago hasta Jujuy, y el miércoles 6 de julio, antes de las 8 de la mañana, ya había llegado. Según declaraciones de testigos, la joven fue a un taller mecánico donde se contactó a su amigo y organizó con la hermana tomar un remis hacia su casa. Sin embargo, después de vagar por un tiempo indefinido, tomó un taxi hasta la salida de Jujuy y se bajó en la Ruta Nacional N° 34, cerca del pueblo Pampa Blanca, en la frontera con Salta.
Desde un locutorio, se comunica con su familia, pasadas las 17, expresando su deseo de regresar a Buenos Aires. Durante la llamada, la comunicación se interrumpió, lo que llevó a su familia a presentar una denuncia en una comisaría de Salta. Esa misma noche, cerca de la medianoche, Cash fue captada por cámaras de seguridad en el peaje Aunor, sin su maleta y llevando solo una mochila.
A la mañana siguiente, el día de su desaparición, la familia de la joven recibió un mail de parte de ella consultándole el número de teléfono de la hermana de una amiga que vivía en la provincia. A las 14 quedó registrada en las cámaras del peaje subirse a una camioneta de la familia de Causarano, quienes afirmaron haberla visto “con la mirada perdida” y “desorientada”.
La dejaron en la Rotonda de Güemes, donde intentó nuevamente “hacer dedo” y fue recogida por Romero, quien se ofreció a llevarla. Fue en la Ruta N° 9 donde fue vista por última vez. Se bajó frente a un santuario de la Difunta Correa y desde entonces no se volvió a tener noticias de ella.