La fobia por estruendos, tormentas o pirotecnia es el miedo extremo, excesivo y persistente a un sonido definido y sin peligro real, provocando un distrés muy grave e incapacitante para tener un bienestar emocional y físico. Es un trastorno que muchas veces no reconocemos sólo hasta que se vuelve muy grave y que se agudiza mucho en esta época del año.
Esta patología del Comportamiento, a su vez, afecta tanto su salud mental/emocional como su salud física, ya que fugas y accidentes en la calle pueden ocurrir; además sucede que los animales se pierden por su gran alteración de la memoria y capacidad de ubicarse en el espacio, como así también enfermedades de piel, digestivas, cardiacas o convulsiones, pueden agravarse por el estrés crónico que genera la fobia.
¿Cómo nos damos cuenta de esta patología?
- Sensibilización: va empeorando el miedo con el paso del tiempo, en cada fiesta está peor
- Anticipación: asocia estímulos anteriores a los ruidos generadores de miedo, por ejemplo el viento (con las tormentas) o el encuentro de personas (con la pirotecnia).
- Evitación: intenta escapar del sonido, sin control y realizando conductas muy riesgosas para su integridad como romper barreras, saltar obstáculos y correr desesperadamente.
¿Por qué pasa?
Le puede ocurrir a cualquier perro aunque no por su tipo de oído (capaz de escuchar sonidos diferentes a nosotros), sino porque hay factores de herencia en determinadas individuos y se genera, más comúnmente, durante el desarrollo del animal debido a que no se pudo acostumbrar adecuadamente a esos ruidos.
¿Qué hacemos?
- Acondicionar un espacio cerrado y seguro, con aislamiento físico del sonido externo, como refugio: este sería un espacio de aislamiento generado, por ejemplo, en una jaula de transporte, una habitación, dentro de una caja o debajo de la cama (donde estén las ventanas cerradas, el techo tapado con mantas, paredes gruesas, etc.), favoreciendo que sea un sitio deseable para el perro, dándole ahí cosas gratificantes para él (como juguetes, caricias, comedero, cucha) y distractores adecuados (música tranquila en alto volumen, juego con nosotros previamente, juguetes con comida etc.). Si ese espacio está suficientemente trabajado previamente, el perro acudirá ahí cuando ocurran los sonidos. Debemos facilitar y dar libertad de acceso a ese lugar, en el que el perro pueda irse en cualquier momento que necesite su “refugio”.
- NO hay que molestarlo cuando se encuentre allí calmado y NUNCA debemos castigar si tiene miedo: ante sus reacciones de miedo lo más recomendable es hacer lo que al perro está acostumbrado a recibir. Si se relaja cuando lo acaricias, puede ayudar, y si no, mejor obviarlas. De esta manera evitamos más cambios que lo podrían estresar aún más. Igualmente, de manera general, es preferible no darle demasiada importancia a los sonidos negativos y, de esta manera, mostraremos a nuestro compañero (con nuestro comportamiento) que no existe una amenaza verdadera.
¿Por qué es importante ayudar a nuestros perros o gatos?
Lamentablemente el uso de pirotecnia de alto impacto sonoro puede afectar a los animales y al medio ambiente, como así también a las personas (sobre todo con Condición del Espectro Autista). Esto es un cambio de consciencia que como sociedad debemos realizar pero, de manera individual, podemos hacer un esfuerzo para minimizar los efectos graves que puede tener en el vínculo humano-animal y en el disfrute de esa convivencia.
Para esta enfermedad ante todo debemos controlar su miedo anormal, ya que el importante estrés en su cerebro le impide poder aprender cosas nuevas para superar la fobia, por lo que precisa de una medicación y un tratamiento adecuado que debe ser indicado por un médico veterinario especializado en comportamiento animal (etólogo clínico).
Para aliviar el sufrimiento, o al menos evitar que se agrave, se deben realizar tanto los tratamientos veterinarios con medicamentos como el manejo ambiental adecuado y la relación con nuestro compañero, por el cual debemos preocupar intentar cambiar su emoción con nuestras interacciones (como referente de su manada-familia).
Es muy difícil la curación por completo de este trastorno debido a la complejidad del trabajo de desensibilización sistemática (Terapia Cognitivo-Conductual) aunque por supuesto debemos intentarlo, pero esto marca la importancia en la prevención a través de la socialización adecuada. El tratamiento definitivo debe ser realizado fuera de la época de fiestas, basándonos en un diagnóstico y tratamiento profesional pero en estas semanas no debemos esperar a último momento y buscar ayuda a tiempo del veterinario de referencia.
¿Has visto esto durante las tormentas o las fiestas? ¿Qué pasa cuando escucha ruidos fuertes?