Se trata de Carolina Rupp, una maestra jardinera que vive en la ciudad de Bovril, y hace dos años que está trabajando en la ciudad de La Paz, por lo que recorre diariamente 240 kilómetros para ejercer su profesión. La mujer, orgullosa de su desempeño contó que si bien "cansa el viaje", le gusta cumplir con su profesión.
Según compartió el diario UNO, a Rupp le apasiona su trabajo pero asegura que el viaje "cansa mucho", y que la cantidad de horas fuera de su casa y alejada de sus hijas le pesa mucho más.
Además, contó que este año se sumo un agravante a la situación: por decisión de las autoridades escolares, hubo rotación de turnos y a ella le adjudicaron el horario intermedio, es decir que da clases desde las 10 de la mañana hasta las 14, con lo cual sale de su casa a las 7 de la mañana y regresa, con suerte, a las 17.
"Al principio te cuesta. Después empezás a entablar amistades con quienes viajan como vos, coordinas con camioneros que realizan frecuentemente el mismo recorrido porque van, por ejemplo, a Goya", contó y aclaró que hay un colectivo desde Bovril hasta La Paz (distancia de 120 kilómetros), pero no le coinciden los horarios.
Ante el caso, la mujer resaltó que necesita un turno por la mañana. "Por la tarde tengo que esperar en la ruta sola, porque la mayoría de mis compañeras ya regresaron a sus hogares", detalló.
Finalmente, la mujer contó que los muchos docentes entrerrianos "sacrifican su tiempo por la educación".