El Juzgado de Instrucción Uno de Puerto Rico dictó la prisión preventiva para Alexis B., acusado de secuestrar a su ex pareja y durante tres días exponerla a torturas. El tarefero lleva un mes detenido en la Comisaría de Garuhapé.
Se espera que el imputado sea trasladado pronto a una cárcel común, bajo la órbita del Servicio Penitenciario Provincial. También la causa está más cerca de la elevación a juicio.
Una semana después de su detención, el sospechoso fue trasladado ante el mencionado tribunal, a cargo del juez Manuel Balanda Gómez, donde tras designar defensor particular, y por recomendación de este último, decidió callar ante los investigadores.
El secuestro habría ocurrido durante la madrugada del 26 de noviembre, donde el acusado habría llevado de los cabellos a la víctima de 32 años, con quien tiene un bebé de seis meses en común, hasta el inmueble ubicado en la zona conocida como Parador 21.
Allí, el hombre habría torturado durante tres días a la madre de su propio hijo, abusando brutalmente de la mujer mientras la tenía cautiva. El relato de la víctima a la policía, detalla hechos escalofriantes que evidencian el nivel de violencia a la que fue sometida.
De igual manera, se espera una ampliación de declaración testimonial de la víctima. Según lo trascendido, lo que los investigadores buscan ahondar son detalles de los distintos padecimientos que sufrió la denunciante durante las 72 horas que estuvo secuestrada en casa de su ex pareja.
72 horas de torturas
Luego de sufrir las brutales torturas, la víctima, ya casi convencida de que no podría salir con vida, imploró a su agresor que le dejara avisar a su madre que estaba bien y que no la buscara.
Afortunadamente, el abusador accedió al pedido, pero en pocos minutos, una patrulla de la comisaría de Garuhapé iba a irrumpir en su propiedad y lo iba a detener.
Inmediatamente un gabinete de profesionales de la Policía de Misiones asistió a la víctima para luego trasladarla a un centro asistencial para que sea atendida por médicos.
La profesional que realizó los estudios ginecológicos confirmó la existencia de signos de abuso sexual, además de constatar varias lesiones en el cuerpo que podrían ser compatibles con las torturas recibidas durante 72 horas, como quemaduras de cigarrillos entre otros terribles hechos.
Otra cuestión que corroboró los aberrantes relatos de la denuncia tiene que ver con que durante el allanamiento realizado en la vivienda donde sucedieron los hechos, se encontró los elementos que el agresor habría utilizado para cometer las violaciones.
Ya había denuncias por violencia de género
Como suele suceder en hechos de violencia de género, que terminan con la muerte, o en casos como estos, ataques brutales a las víctimas, ya había denuncias realizadas que advertían del peligro que la mujer corría.
De acuerdo a los datos aportados por fuentes de la pesquisa, se supo que la mujer hace cuatro años venía padeciendo episodios de maltrato por parte del agresor.
No obstante, al parecer, meses antes del nacimiento de su hijo decidió cortar la relación con el padre de la criatura, aunque ante una serie de hostigamientos y episodios de maltrato verbal y psicológico, la mujer decidió denunciarlo ante la Justicia de Familia, quien intercedió e impuso una medida cautelar para que el hombre no se acercara a la denunciante.
Por otro lado, vecinos y allegados a la víctima comentaron que el detenido es una persona muy violenta. En tanto, en el marco de la causa, fueron secuestrados los celulares de la mujer y su atacante para pericias.
Fuente: El Territorio