Sobrevivió 72 días en la montaña, junto a los otros 16 sobrevivientes de la tragedia de Los Andes, mientras su madre, hermana y otros compañeros murieron. Corrió 38 kilómetros para buscar ayuda junto a Antonio Vizintin y Roberto Canessa, y lo logró. Con ese mismo espíritu, de esperanza de aferrarse a la vida y reencontrarse con la familia -en su caso con su padre-, fue que Fernando “Nando” Parrado creó un vino homenaje, en Tupungato.
“Este proyecto honra el fuerte vínculo entre Nando y su padre Seler Parrado a través del disfrute, de la celebración, del compartir… del vino”, se lee en el sitio de Nando Parrado Wines al presentar el trabajo que se realiza en Argentina, puntualmente en Tupungato, donde cultivó amistad con Aldo Franchetti y Nicolás Fernández Deotto, con quienes encontró “en el vino el mejor camino para transmitir este mensaje de encuentro, del compartir, de la alegría de vivir», cuenta IProfesional.
En las redes sociales, el empresario destacó que “cada botella de vino es un homenaje a mi padre, Seler Parrado, y gracias a Matías (Michelini), viticultor de NPW, su legado perdura en cada sorbo”.
Estos productos empezaron a comercializarse a mediados del 2023, logrando homenajear tanto a los fallecidos como sobrevivientes uruguayos, principalmente con la etiqueta del vino.
Las uvas de este vino provienen de Gualtallary, Tupungato y desde el proyecto detallan que “su fermentación es en pileta de cemento, su crianza en barrica de roble francés de 225 litros de segundo uso”.
“Con el viticultor Matías Michelini, en el incomparable terruño de Gualtallary creamos un Malbec excepcional: Monte Seler es el desafío y la determinación”, señaló Parrado en sus redes sociales.
Al mismo tiempo, destacó que es “un vino que nace en la hostilidad de un terruño muy especial, que sabe de contrariedades, de tiempo y de esfuerzo, para transmutar en elegancia y armonía”.
En cuanto a las especificidades de este vino, detallan que se trata de un Malbec de Gualtallary, criado durante 12 meses en barricas de roble francés, “destinado a ser la fuente de inspiración de los amantes más exigentes del vino”.
“Monte Seler encierra en cada copa la determinación de conquistar cada momento como una gran celebración”, destacó, dejando en esa frase, una enseñanza.
Este “Monte Seler” tiene su referencia, y también originada en aquella tragedia. Cuando Nando llegó a la cima y viendose desolado y decepcionado por ver que “los cordones montañosos se extendían más y más”, se aferró a la ilusión de volver a ver a su padre. Fue entonces que “con un lápiz labial, escribió en una bolsa de plástico la inscripción ‘Mt. Seler’ en la cima de la montaña, para dejarla bajo una piedra y darle así su nombre para siempre”.