Noralí Hornz de 34 años, abogada y empleada de la Unidad Fiscal Correccional de San Martín se entregó hoy a la Justicia luego de que fuera denunciada por 28 empleados judiciales por haber sacado préstamos en seis financieras utilizando sus datos personales, acumulando ya unas 40 denuncias de este tipo.
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La ahora detenida dio como explicaciones a sus compañeros “Estoy cancelando todo. No estoy desaparecida por hija de p... y porque los voy a cagar a todos. Estoy pidiendo plata. Lo hice porque mi mamá tenía tantas deudas la casa que se la iban a hipotecar y la iban a dejar en la calle. Era 2 millones y medio de pesos que se le debía a un usurero que la amenazaba, la perseguía; mi mamá vive sola. Con mi marido he vivido problemas de plata y discusiones por cubrirla a mi vieja. Entonces dije me las arreglo sola, total pago al día las cuentas y no va a pasar nada. Porque no he puesto a nadie en el veraz”
Hornz se encuentra alojada en la Unidad Fiscal de San Martín, por orden del fiscal Oscar Sívori, en una causa que tramitan dos fiscales Gustavo Jedor y Martin Scatareggi. La abogada ha sido imputada por estafas reiteradas y por falsificación de instrumentos públicos y privados, ya que habría fraguado bonos de sueldos y facturas de impuestos y servicios.
Se trata de una investigación compleja por lo entremado del caso. Al menos hay seis compañías financieras implicadas, pese a que los presuntos delitos son simples estafas.
Ante la complejidad y frente a que algunos denunciantes son empleados de la fiscalía de San Martín (y todos los de la fiscalía de Rivadavia, además de otros empleados del Estado que están sumándose a la causa), es que el expediente podría pasar a manos de la Fiscalía de Delitos Económicos que cuenta con mayores recursos técnicos y de personal.
La voz de los estafados
“Ella dice cualquier cosa, a nosotros nos dijo que tenía cáncer”, explicaron a Los Andes dos de los judiciales afectados, quienes confirmaron que el audio que está en las redes fue tomado por otro de los denunciantes que se la encontró en la calle cuando estalló el escándalo que, en números, alcanzaría una cifra millonaria. Calculan que podría ascender a los 10 millones de pesos.
“Yo hablé con ella por teléfono cuando saltó todo y ella también llamaba a la gente, diciéndoles que a la madre le iban a rematar la casa, que tenía cáncer. Le pregunté ‘¿qué hiciste?’ y me dijo que ‘estaba muy enferma’”, contó otro de los entrevistados.
Por estas horas todos los denunciantes están muy preocupados porque “no te la ves venir, nos dejó helados; hay gente que está pagando casas y ahora piensa que tiene que pagar esto”.
Por otra parte, muchos estiman que Hornz no actuaba sola, sino con la ayuda de empleados de las financieras donde, desde 2019, tramitaba préstamos a nombre de sus compañeros de trabajo, utilizando copias de sus documentos que les pedía con el pretexto de llenar una encuesta.
“No se entiende sino cómo le iban a dar tantos préstamos a una mujer usando los documentos de hombres. Porque a nosotros nos engañó, pero a las que ha estafado es a las empresas que les dieron los préstamos. Nosotros no hemos firmado nada”, agregó una de las afectadas.
“Ella es una persona normal, instruida, muy glamorosa para vestirse. Pero iba sacando préstamos a nombre nuestro y los iba cancelando. Ha sacado entre 10 y 20 millones de pesos. Dicen que practicaba las firmas en los cuadernos que le secuestraron en la casa”, afirmó uno de los denunciantes.
Las denuncias
El caso explotó el lunes, cuando una empleada judicial del Este fue a sacar un préstamo personal en el Banco Nación y allí le dijeron que tenía dos créditos en financieras pero que ambos habían sido cancelados. Esa fue la primera denuncia que llegó a manos de la justicia.
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Según una fuente judicial, la mujer solicitaba datos personales a sus amigos y allegados para hacer una encuesta para la facultad, entonces los estafados les pasaban fotos de sus documentos. Con estos datos, la mujer fraguaba bonos de sueldos y los presentaba en compañías financieras por sumas que iban desde los 100 mil a los 800 mil pesos.
“Estoy haciendo una encuesta con abogados y procuradores sobre una tesis que estoy armando. Son 3 preguntas. Si querés te las respondo yo, muchos me han pedido eso, jajaja. Pero necesito acreditar que el encuestado existe y que no lo inventé. Por eso me piden fotos del DNI. Si me podés hacer el aguante te pongo como encuestado y me mandás las fotos. Avisame. Gracias y perdón por las molestias”, dice uno de los mensajes que están en poder de la Justicia. Fuente Los Andes