Los productores mendocinos no solo son víctimas de los temporales y de la falta de agua para el riego, que muchas veces afecta a la totalidad de la cosecha, sino también de los robos. Y, si bien esta situación es algo “cotidiano” en el campo, según ellos mismos cuentan, preocupa que cada vez son más las pérdidas por hechos delictivos y se ven perjudicados por la falta de controles.
La modalidad de los delincuentes es la de ingresar a robar a las fincas con bolsones. De esta manera, logran recaudar una importante cantidad de durazno que luego revenden en el mercado o en comercios de la zona.
En algunos lugares aprovechan el horario de la tarde- noche, cuando solo queda el sereno de la finca, pero en otros sitios no hay horario para robar. Incluso, que haya alguien encargado de la seguridad no es un impedimento para los delincuentes.
Es que el campo dejó de ser tranquilo y los robos se convirtieron en un problema corriente con el que tienen que luchar los trabajadores del agro. Pero se sienten solos a la hora de afrontarlos, ya que no hay controles suficientes sobre la mercadería robada, ni para evitar que esto ocurra, según relatan.
“A veces pongo gente a cuidar, pero la verdad que me sale más caro el cuidado que los duraznos que se roban”, comentó al respecto Florencia Kaiser, productora de duraznos de Rivadavia, quien pudo evitar un robo días atrás.
Además, relató una serie de medidas que implementó, como cercos o zanjas, para evitar los robos y fueron en vano. Ya que no solo le han robado duraznos, sino también sino también alambrados, sistemas de riego y hasta las plantas que que habían podido replantar con el programa Mendoza Activa.
Por su parte, Marcelo Riveira, productor de duraznos de Tupungato, resaltó que cambió la dinámica de los delincuentes en los últimos años. “Antes encontrabas una persona robando, dejaba la bolsa y salía corriendo. Ahora ha pasado que han encañonado al encargado”, comentó.
Un robo que no pudo ser en Rivadavia
Kaiser tiene su finca en la localidad de Andrade en Rivadavia, y días atrás alcanzó a espantar a dos sujetos que ingresaron a robarle los duraznos y recuperó el botín. Y si bien era consciente de los robos, esta vez pudo verlo ella misma y detenerlos.
“A las 11 de la mañana estaba recorriendo la finca cuando veo salir a dos flacos con dos bolsones”, comentó Florencia sobre el panorama con el que se encontró mientras trabajaba.
“Cada mañana vemos que falta fruta. Y vas a los almacenes de la zona y ves tus duraznos en los cajones. Pero vos querés cosechadores para trabajar y no hay, porque de laburar ni hablemos”, expresó la productora de Rivadavia.
Florencia Kaiser comentó que otro tema es que no le toman las denuncias en la Policía por diferentes razones, pero principalmente “porque no les conviene” porque después tienen que hacer un recorrido por la finca y “no quieren ir”.
“Una persona con dos bolsas de durazno robado, que sacó en una hora, gana más que en un día de cosecha”, dijo al respecto Marcelo Riveira.
Los robos complican a los productores mendocinos
Para los productores, los robos son el cuarto riesgo al que se exponen, por mencionarlo de alguna manera. Teniendo en cuenta que los otros tres son la falta de agua para el riego, la helada y el granizo.
“El robo es gestionable. Si se preocuparan por ayudarnos, me imagino que se podría resolver”, dijo Riveira respecto a que es el único riesgo que podría controlarse.
E hizo hincapié en que los robos son “convenientes” desde lo comercia, pero porque no existe un control de lo que entra en el circuito comercial, ni siquiera en el control fitosanitario del ingreso al Valle de Uco.
Y lo mismo ocurre en el mercado, donde no solicitan los DTV y “la persona que robó no tiene nada que los desaliente”.