Edgardo Jesús Lucero, de 29 años, desapareció el 6 de diciembre y era intensamente buscado. Y este viernes dieron con su cuerpo sin vida en Guaymallén. Por cámaras de seguridad de una galería céntrica de Mendoza se pudo ver cuando el muchacho ingresó a un local de celulares y salió dentro de una bolsa de consorcio.
El joven había desaparecido y la policía siguió pistas. Y lo que en principio era un caso de búsqueda de paradero, terminó siendo un homicidio.
Si bien, según la información manejada, el joven fue visto por última vez el 6 de diciembre por su tía, cuando ambos iban hacia la Terminal de Ómnibus. Ella dijo, según le confió, que iba a ver a su novia a Palmira.
Sin embargo, en la investigación, a partir de la información del celular de Lucero Ramírez, se detectó que su último paso fue en el interior de la Galería Tonsa, en pleno centro de Mendoza.
Eso permitió revisar las imágenes captadas por cámaras de seguridad de ese centro comercial, en las cuales los detectives se encontraron con una “macabra” escena.
En las imágenes se puede ver cuando la víctima ingresa a un local de compra y venta de celulares, en el local Saturno 69, y luego dos sujetos salieron de ese lugar con un bulto envuelto en bolsas de consorcio. Lo hicieron sin tapujos, ante la presencia de clientes y otros trabajadores de la galería.
El presunto autor del crimen contó con la ayuda de un chofer de la flota de la app de viajes Cabify en la provincia. Lo cargaron en el baúl del vehículo, un Fiat Cronos blanco, y partieron.
Durante la mañana de este viernes, bajo la instrucción liderada por el fiscal de Homicidios Carlos Torres (subrogando a su par Andrea Lazo), atraparon al propietario del local, identificado como Vladimir Cristian Cayo Coronel, de 28 años.
El sospechoso, oriundo de Los Corralitos, Guaymallén, fue interceptado por los policías de la División Homicidios, de Investigaciones, en calle San Juan del microcentro, a pocos metros de la Tonsa. Le secuestraron un celular marca Samsung.
Ya capturado por los efectivos, Cayo Coronel quebró y confesó el hecho, informando incluso el lugar donde fue enterrado el cuerpo de Lucero.
Con sabuesos se emprendió el rastrillaje en la zona de calle 2 de Mayo y sobre el costado sur, en un callejón comunero, de Corralitos, para hallar bajo tierra con un cadáver que coincidía con las características físicas del joven desaparecido.
Pese a que aún resta la necropsia para cotejar si coincide el ADN, todo apunta a que se trata del cuerpo de Lucero Ramírez, aseguraron las fuentes consultadas.
Al mismo tiempo, los investigadores también detuvieron en Las Heras al conductor del auto que trasladó los restos de la víctima.
Se trata del chofer de 26 años, de la citada empresa de viajes, quien quedó alojado en la Comisaría Cuarta hasta bien se defina si debe ser imputado.