Semanas atrás, hallaron restos óseos en Potrerillos y no descartaron que pudiera tener relación con Viviana Luna, una mujer que desapareció en diciembre de 2016. Sin embargo, el Ministerio Público Fiscal emitió un comunicado en el que informaron que el cráneo encontrado pertenece al de un varón, aunque seguirán investigando a raíz de otras muestras que encontraron en el lugar.
La mujer fue vista por última vez en esa zona de Luján de Cuyo, por lo que su familia contrató para rastrear el lugar a Marcos Herrero, un rionegrino especializado en búsqueda de personas y rastreos por la labor de sus perros.
Y fue Herrero quien encontró restos óseos que “estaban en un estado carbonizado y quemado”, expresó. Al mismo tiempo que comentó que en la escena había “un documento y una bolsa de carbón donde se encontró un elemento muy importante, una especie de cartera con bolsillos semiquemados en donde hay una información concreta”.
Avanza la investigación
A raíz de estos hechos, el Ministerio Público Fiscal y la Unidad Fiscal de Homicidios emitieron un comunicado. “Se informa que, de las 12 extracciones practicadas por el Laboratorio de Huellas Genéticas, la totalidad de ellas arrojan como resultado que el cráneo encontrado pertenece al de un varón”, detallaron.
A partir de estos resultados, desde el Ministerio Público Fiscal investigan ahora los motivos de la aparición de un monedero que, supuestamente, pertenecía a Viviana Luna y una serie de notas coincidentes con las que se hallaron en la cabaña de su ex pareja.
Además, días atrás, desde la Jefatura de la UFI de Homicidios y Violencia Institucional, habían detallado que el señor Marcos Herrero admitió haber manipulado evidencia en la escena, sin esperar la presencia policial ni contar con autorización judicial.
En declaración testimonial fundamentó dicha manipulación diciendo que ni él ni la familia de Viviana Luna confían en la Policía.
Por último, informaron que el Laboratorio de Huellas genéticas “continúa analizando las muestras a fines de alcanzar el nivel de marcadores que determina un estándar mínimo requerido, para poder identificar a quién corresponden las muestras óseas; o bien para determinar la identidad de quién o quiénes, potencialmente, podrían haber contaminado la muestra”.
“A la luz de estos primeros resultados, se refuerza la necesidad de seguir respetando los tiempos y las labores que llevan adelante la Policía Científica, en coordinación con antropología y medicina forense”, expresaron desde el Ministerio Público Fiscal.