Quizás algunos conocen la cultura ballroom por la aclamada serie de Netflix, llamada “Pose” o por la famosa canción de Madonna. Sin embargo, poco se conoce de este movimiento en Mendoza. La realidad es que esta cultura underground llegó para quedarse en la provincia y ser él espacio seguro para asegurarse.
Una de las personas que hizo nacer este movimiento entre los mendocinos es conocida como Faiora Ubetta y pudo brindar todos los detalles de lo que se trata la escena ballroom.
De que se trata la cultura
Ballroom, Kiki o voguing son algunos de los términos más conocidos de esta escena que ya lleva varias décadas de existencia. Si bien en Mendoza recién comienza a surgir en el 2021, esta cultura tiene una fuerte historia de protesta y lucha de derechos de la comunidad queer.
El movimiento ballroom nació en el barrio Harlem de Nueva York, en la década de los 60. “A modo de protesta se quiso crear un espacio seguro para un sector de la sociedad que estaba olvidado y segregado. Eran básicamente afroamericanos, latinos y homosexuales”, explicó Faiora a Vía Mendoza.
Estas personas discriminadas decidieron unirse para crear una escena paralela, que con el tiempo se convertiría en un refugio para la comunidad lgtb+.
De acuerdo a Faiora, en esa época en Estados Unidos estaban muy de moda los concursos de belleza, donde solamente ganaban mujeres blancas y flacas. Y del enojo de la exclusión y falta de representación en estos espacios, nace el ballroom, como un concurso de belleza para los excluidos.
En los años 80 esta cultura evoluciona, agregando el performance de los bailarines. Así se convierte en una competencia de múltiples categorías. Actualmente lleva la misma estructura.
“La Kiki nace como una escena más pequeña dentro de la ballroom. Se dice que es como de preparación para pasar a la escena grande”, detalló la joven.
El voguing es una gran parte de la escena, tratándose de un baile creado especialmente para la cultura. Está inspirado por las poses de las modelos que aparecían en el interior de la revista Vogue, y que también se vio influenciado por los jeroglíficos egipcios y los movimientos de gimnasia.
Su surgimiento en Mendoza
En nuestra provincia, esta cultura surge en el 2021. Si bien se habían hecho intentos de insertarla en la sociedad mendocina antes, no se había enmarcado dentro de las reglas ballroom y fracasó.
Fue Faiora junto al instructor bailarín Leo quienes lo lograron. Decidieron organizarse y traer el ballroom a Mendoza, primero a través del voguing.
De esta manera surge en nuestra provincia los primeros vestigios de la cultura ballroom. La idea fue capacitar a los que estuvieran interesados, para luego montar una kiki seis meses más tarde.
La intención no era solamente hacer una competencia de baile y de moda sino instaurar una comunidad segura y permanente en la provincia. Para eso había que echar raíces y enseñar de que se trata realmente toda esta cultura.
En agosto recién se pudo realizar la primer kiki en Mendoza y fue todo un éxito. “En muy poco tiempo creció mucho”, expresó Faiora.
Ahora están realizando una kiki por mes y tienen clases de voguing constantemente. La verdad es que en las kiki`s pueden participar todos los que quieran pero para poder hacer vogue, es necesario aprender.
De acuerdo a Faiora, es muy importante profundizarse sobre la historia del movimiento para poder respetarla y no perder lo que realmente es el ballroom: “es una danza de protesta y ese espíritu se tiene que sostener”.
Un espacio seguro
“Es una cultura que se festeja y se celebra la diversidad y la unicidad de las personas. Sí hay reglas pero la idea es que todos se expresen, se sientan libres, y sean quienes quieren ser”, detalló la organizadora.
La razón por la que se creó este movimiento cultural sigue manteniéndose en las bases de lo que es hoy: un refugio para las personas que se sienten excluidos de la sociedad, ya sea por su orientación sexual o por no cumplir con los estereotipos de belleza actuales.
“Se busca generar una familia, donde todos se sientan abrazados y contenidos”, concluyó Faiora.