Francisco Barroso era un chico de 20 años que estaba de vacaciones en Brasil cuando en un confuso episodio un hombre le disparó y murió en el acto.
Su familia al enterarse del fallecimiento comenzó una colecta para poder traer el cuerpo a la provincia y poder despedirlo como se merecía.
Luego de más de un mes las cenizas de Francisco llegaron a Mendoza y fue despedido en la cancha del Club Sportivo Independiente Rivadavia.
El joven era hincha de la Lepra desde hacía muchos años y varios integrantes del club pudieron despedirlo junto a un cartel que tenía su foto en modo de homenaje.
La sentida despedida de una allegada
La despedida de los restos del joven fue el 23 de julio y Adriana Sambrizzi le dedicó unas palabras en el grupo de Facebook que pide justicia por su muerte.
“Mí amado Fran, hoy fue el día más triste de mí vida al ir a despedir tus cenizas en el lugar donde fuiste inmensamente feliz y que era tu hogar, siempre alentando los gloriosos colores de la lepra. Un desgraciado sin escrúpulos ni sentimientos te rebato de nuestra vida, cegaron tus sueños, coartaron tu libertad y nos dejaron con un dolor que destroza nuestros corazones”, comienza el texto.
La mujer relata las vivencias junto al chico y el cariño enorme que le tenían cientos de personas. Su pasión por los colores del Club y lo mucho que lo iban a extrañar.
Adriana finaliza diciendo: “Acá quedamos destrozados, pero al mismo tiempo felices de haberte disfrutado. Tus padres, hermanas, sobrinas y amigos/as nunca te olvidaremos. Siempre te voy amar hasta el fin de mis días. Viva la Lepra!!!”.
El día del fallecimiento
Francisco había viajado en junio a Brasil con unos amigos para pasar unos días de vacaciones. Él estaba viviendo en Misiones, luego de recorrer otras provincias como mochilero.
Una de las noches en el país vecino los jóvenes decidieron ir a bailar a un lugar llamado “Paradise”, en un violento hecho sacan al joven mendocino afuera del recinto y le disparan.
Según el relato le dieron 5 disparos que produjeron la muerte inmediata del muchacho. Los autores del hecho estuvieron presos pero pagaron fianza y lograron salir. Por eso su familia y amigos piden justicia.