El Jury de Mendoza dispuso desestimar el pedido de juicio al juez Horacio Cadile, quien fuera denunciado por la defensa de la monja Kumiko Kosaka, una de las acusadas en el segundo proceso por el caso de abusos sexuales a menores hipoacúsicos en el Instituto Próvolo de Luján de Cuyo.
El magistrado se había apartado del segundo proceso que se sigue por abusos sexuales en el Instituto Próvolo de Mendoza, tras la denuncia de la defensa de una de las imputadas, la monja Kumiko Kosaka, sobre la existencia de chats donde el magistrado y algunos fiscales se burlaban de la acusada.
El proceso se efectuó hoy en el salón de actos del Palacio de Justicia de Mendoza, en el que participaron los miembros de la Corte, senadores y diputados, quienes desestimaron por unanimidad la denuncia contra el juez Cadile.
En el pasado mes de agosto la defensa de Kosaka denunció que el juez Horacio Cadile integraba un grupo de chat privado de WhatsApp junto a otros fiscales mendocinos que, según las capturas filtradas, habría respondido, en tono de broma “Kumiko y yo somos amantes”.
El tribunal analizó los hechos de la denuncia y dictaminó que no hay suficientes motivos para abrir el enjuiciamiento de Cadile, por lo que dio intervención a la Sala Administrativa de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) para que resuelva lo que corresponda.
De la misma manera y por unanimidad no encontró motivos suficientes para iniciar enjuiciamiento contra los fiscales Tomás Guevara Caballero, Fernando Giunta, Mauro Perasi, Gonzalo Marsal, Juan Ticheli y Facundo Garnica, por lo que se dio intervención al Ministerio Publico Fiscal (MPF) para que resuelva lo que corresponda.
En mayo pasado la defensa de la monja dio a conocer un chat en el que Cadile hace una presunta referencia a la imputada, ante el también supuesto comentario del fiscal Guevara, que dice: “me han dicho que la Kumiko está practicando karate y lo único que quiere es un rato a solas con el juez”, a lo que Cadile habría escrito: “Kumico y yo somos amantes”.
Tras la denuncia el magistrado presentó su inhibición para continuar a cargo del segundo juicio que se sigue por abusos sexuales en el Próvolo, y aseguró en su momento que, durante la tramitación de la etapa preliminar en las causas, fue “absolutamente objetivo e imparcial en las distintas resoluciones, encontrándose las mismas debidamente fundadas en derecho”.
El escándalo judicial obligó al presidente de la Suprema Corte, Dalmiro Garay, a abrir un sumario a fin de investigar la denuncia de los representantes legales de la monja Kumiko.
Cabe destacar que la jueza Gabriela Urciuolo quedó a cargo del Tribunal que lleva adelante el segundo juicio del Próvolo que se desarrolla en la actualidad.
Cabe destacar que el primer juicio sobre el caso Próvolo, que finalizó en noviembre de 2019, fueron condenados el sacerdote Horacio Hugo Corbacho, a 45 años de prisión; el cura italiano Nicola Corradi (83), quien recibió una pena de 42 años y el exempleado Armando Gómez, quien recibió 18 años de prisión.