Carla Masi, la maipucina que acompaña a las mujeres en el proceso del “autoamor”

La “mentora”, como ella se describe, ayuda a las mujeres transformarse en la mejor versión de ellas mismas.

Carla Masi, la maipucina que acompaña a las mujeres en el proceso del “autoamor”
Ella es Carla Masi, la mentora del autoamor mendocina.

Para la mujer no es algo sencillo obtener un autoestima elevado. En un mundo donde los estereotipos reinan, pareciera imposible para algunas sentirse cómodas en su propia piel. Pero una maipucina busca transformar este sentimiento, acompañando a las mujeres en su proceso de autoamor.

Se trata de Carla Masi, una maipucina por elección, que decidió emprender en el “mentoreo” para ayudar a las mujeres a lograr una transformación en su interior y trasladarlo hacia el exterior.

Ella es licenciada en Relaciones Internacionales, asesora de Imagen y estudió coaching en dos escuelas diferentes, hasta finalmente encontrar su propio camino autodidacta. Este año descubrió sus capacidades de mentoreo y se animó a asistir a otras mujeres en su proceso de transformación.

Carla nació en Mendoza, pero es maipucina por elección.
Carla nació en Mendoza, pero es maipucina por elección.

Mentora del autoamor

Carla se autopercibe como mentora del autoamor, una compañía para las mujeres que están evolucionando hacia una mejor versión de ellas.

“Decidí convertirme en mentora este año cuando vi que con muchísimo amor y empatía podía acompañar a otras mujeres en procesos de autodescubrimiento para poder volcarlo en su imagen personal”, explicó Carla a Vía Mendoza acerca de su trabajo.

La mendocina siente que ella posee las herramientas necesarias para ayudar a otras mujeres a sanar esos procesos internos de sanación. Pero aclara que esto es gracias a la “famosa resiliencia” y sus propios procesos personales.

“Claramente son todos procesos personales por los que tuve que pasar, atravesar y ponerle el cuerpo, la búsqueda no es desde lo auto referencial, sino desde lo que me sirvió a mi para salir adelante en tantas situaciones difíciles de mi vida”, expresó la mentora.

El proceso de autoamor fue una transformación que ella vivió de primera mano.
El proceso de autoamor fue una transformación que ella vivió de primera mano.

Su proceso personal no fue lo único que le brindó el conocimiento, sino que lo vive a diario en casa. Carla es mamá de tres hijas mujeres a quienes todos los días le enseñan el alto valor que tiene amarse a sí mismas.

Por otro lado, fue vendedora de ropa por muchos años. “Ver como nos hablamos, como nos tratamos, como podemos a llegar a ser realmente crueles con nosotras mismas, fue muy duro pero muy revelador”, comentó Carla.

Los procesos de autoamor

La mentora explicó que cada proceso es diferente para cada persona y depende enteramente de la persona y de su disposición al cambio. Indica que “el trabajo es de parte de la persona” y ella solamente acompaña esa transformación, agregando que “la magia surge una vez que estamos conectadas con nosotras mismas”.

Asimismo, brindó detalles sobre cómo fue su propia evolución: “No era que yo no me hablaba mal, no era que yo era compasiva conmigo misma, lo tuve que aprender y costo, me llevo tiempos y práctica derrumbar viejas creencias y construcciones sociales, pero fue liberador cuando pude verme y amarme realmente, y empecé a ser, simplemente ser”.

La mujer trabaja a través de sus redes sociales, visibilizando su mentoreo y hasta algunas marcas mendocinas también.
La mujer trabaja a través de sus redes sociales, visibilizando su mentoreo y hasta algunas marcas mendocinas también.

El punto de todo este proceso es reflejar esa belleza interna en el exterior y crear un estilo personal de una misma. Es lo que intenta demostrar en sus redes sociales también, comunicando desde el amor y creando una red de contención.

Y es ese trabajo lo que se convierte en la frutilla de su postre y el círculo completo de su mentoreo, ya que para ella comunicar se hace hermoso cuando sale del corazón.

“Nada se construye de la noche a la mañana, es un ejercicio de todos los días, de preguntarme una y otra vez si es por ahí por donde quiero ir, si es por ahí por donde quiero que mis palabras vayan”, finalizó Carla.