A una niña de 12 años se le practicó un aborto en Mendoza. Su mamá dijo que la había violado un desconocido cuando regresaba de la escuela, pero las pruebas de ADN arrojaron que había sido su padrastro, un hombre de nacionalidad boliviana de 27 años.
En enero la víctima manifestó una descompostura y su mamá la llevó hasta un centro de salud de Luján de Cuyo, donde los médicos constataron que estaba embarazada. Al ser notificada, la mujer dijo que la pequeña había sido violada por un desconocido un día cuando volvía del colegio en un descampado y que no se lo había dicho antes por temor.
Mientras avanzaba la investigación, la madre de la niña solicitó que se le practicara un aborto. El cuál fue realizado tal como autoriza la Ley y el protocolo del Ministerio de Salud que rige en Mendoza al tratarse de una nena de 12 años víctima de un abuso sexual.
Sin embargo, la coartada de la madre se cayó rápidamente por incongruencias en la declaración y la investigación se inclinó para el entorno familiar. Fue así que se sometió a un ADN al feto y al padrastro de la niña y dio positivo.
El hombre de 27 años fue detenido y fue trasladado a la penitenciaría donde quedó preso a disposición de la Justicia. Se investiga la participación de la madre en el hecho y por hacer una falsa denuncia. En tanto, la menor quedó bajo la supervisión del Órgano Administrativo Local.
