Uno de los hombres que viajaba en el micro de la empresa Ahumada, que volcó en Uspallata -Mendoza- el domingo en la mañana, denunció que le robaron 2 mil dólares (cerca de 75 mil pesos argentinos) y dos teléfonos celulares. Radicó la denuncia en la Oficina Fiscal Nº2 de Ciudad y dijo que se los sustrajeron desde su habitación en el hospital.
Se trata de Carlos Alberto Calderón, padre y esposo de dos de las tres víctimas fatales que dejó el siniestro. Su esposa era Maritza Ramos Chana (35) y y su hija Mihe (3).
Calderón, de nacionalidad peruana, fue trasladado al hospital de Uspallata, Luis Chrabalowski, para ser atendido por sus heridas. En el hospital, detallaron las fuentes consultadas por Diario El Sol, le realizaron unas placas para descartar lesiones de gravedad y le pidieron que dejara una riñonera que llevaba puesta en una de las habitaciones.
En el interior, transportaba 2 mil dólares y dos teléfonos celulares. Calderón le pidió al personal que cuidara sus pertenencias mientras recibía la atención médica pero cuando regresó luego de pasar por rayos X, la riñonera no se encontraba en el lugar donde la había dejado.
El accidente
Tres personas murieron, dos de ellas niños de diez y tres años, y varias personas resultaron heridas al desbarrancar la mañana del domingo un colectivo con 45 pasajeros y dos tripulantes en la ruta nacional 7, cerca de la localidad de Uspallata, en la alta montaña mendocina, informaron autoridades provinciales.
El hecho, que involucró a un colectivo de la empresa chilena Ahumada que viajaba desde el país vecino a Mendoza por el paso internacional Cristo Redentor, ocurrió cerca de las 6.30 a la altura del kilómetro 1.155, unos kilómetros al oeste de la villa cordillerana de Uspallata.
Los fallecidos son Maritza Ramos (35), quien vivía en Chile pero es oriunda de Perú, y dos niños chilenos, Esteban Felipe Arredondo (10) y Maihe Calderón Ramos (3), precisó el Ministerio de Seguridad local.
El chofer reconoció que se quedó dormido.