Recientemente, el Honorable Tribunal Administrativo emitió la Resolución 620/18, del 28 de noviembre, que tiene como principal objetivo desalentar el uso de agua potable como agua de riego y evitar que usuarios de Irrigación empadronados bajo la categoría "Uso recreativo" renuncien al derecho de riego, por considerarlo costoso.
Esta no es una norma aislada sino que viene en contexto del Plan de Ordenamiento Registral y Catastral que viene llevando adelante el superintendente Sergio Marinelli, desde que inició su gestión. Esta nueva norma, aprueba la creación de una nueva categoría dentro del uso recreativo denominada "uso recreativo urbano".
En 2014, la Resolución 636, que estableció el presupuesto de Irrigación para 2015, estableció para el uso recreativo un régimen especial de tarifación que establecía que todos los inmuebles cuya superficie tuviera hasta 5 mil metros debían pagar como recreativo cuatro veces en relación con el uso agrícola superficial y tres veces el uso agrícola subterráneo.
Esta norma tuvo como externalidad negativa que, al aumentar por cuatro la cantidad de dinero que tenían que pagar anualmente los inscriptos como uso recreativo, se empezaran a presentar renuncias al derecho de riego, porque la gente advirtió la suba importante en el costo. Y, como consecuencia a esa renuncia, comenzaron a regar con agua potable, algo que en una provincia en la que se ha decretado que la escasez es la nueva normalidad es hasta imperdonable.
"Básicamente, entre otras cuestiones que se proponen en la resolución, se aprueba una nueva categoría dentro del uso recreativo, que es la de "uso recreativo urbano", que es el que se va a aplicar a todas las propiedades urbanas, es decir aquellas que según el Plan de Ordenamiento Municipal de cada municipio la determinan como urbana y cuya superficie llegue hasta 750 m2 van a ser recategorizadas de oficio, bajo esta nueva categoría", aseguró la secretaria de Gestión Institucional, Marcela Andino.