Por el caso de la muerte del rugbier Genaro Fortunato, se está llevando a cabo hoy a debate con dos carátulas alternativas: homicidio simple con dolo eventual y/o homicidio culposo. Eso significa, en el primer caso, que la acusada, Julieta Silva, atropelló a su novio Genaro y que no hizo nada por evitar matarlo.
En la segunda opción, la idea es creer que la mujer no vio a su pareja en la calle cuando lo pisó con su auto. Como fuere, como se decida durante el debate, los dos sucesos prácticamente no cuentan con antecedentes a la vista: la mujer que asesinó a su novio pisándole la cabeza adrede, o la mujer que no vio a su novio y con su auto le aplastó el cráneo.
Julieta Silva, la única imputada, declaró en el primer día del juicio por el caso que conmocionó a Mendoza y el país.
En su relato, Silva ratificó que pensó que había "pasado por un pozo" no que había atropellado a su novio. Además, dijo que el rugbier estuvo "toda la noche alterado. peleando o discutiendo con varias personas". Por eso decidió irse del boliche "La Mona", donde había llegado junto con Genaro.
Cuando llegaron al auto, el joven "se sentó del lado del conductor y cuando íbamos a salir, otra vez se bajó y fue hacia el bar (como a pelear con alguien)".
"Ahí decidí irme, ya estaba cansada de esa situación. Me pasé el asiento del conductor. Él me golpeó la ventanilla dos veces y después se apartó como dejándome ir", detalló Julieta. Tras esta escena, la acusada arrancó el vehículo y se fue.
"Sentí un movimiento con el auto y tuve sensación de que había pisado un pozo y seguí. El chico del estacionamiento, levanta mano y creí que me iba a cobrar. Ahí me dice 'lo atropellaste' y no le creía. Le pregunte a quién y él me dijo al que estaba con vos. Me bajé y atrás estaba en la parte derecha"