Un empresario suizo fue multado por el Departamento General de Irrigación por desviar ilegalmente aguas del río Atuel para formar una laguna clandestina en terrenos que posee en San Rafael destinada a la práctica de deportes náuticos. Además, se lo denunció en la Comisaría de Salto Las Rosas por robo de agua.
Se trata de Patrick Schmidlin, propietario de "El Cable Wakepark". Por el desvío irregular, Schmidlin pudo crear una laguna artificial de un kilómetro de largo, 150 metros de ancho y dos metros de profundidad, un proyecto donde se practicaba esquí acuático y otros deportes extremos.
Según determinó Irrigación, la laguna había acumulado unos 270 mil metros cúbicos de agua, lo que equivale al turno de riego de unas 1.200 hectáreas.
Desde el DGI comenzaron a investigar a principios de año que el empresario europeo desviaba el curso de agua a la salida de Valle Grande, a dos kilómetros del canal Perrone, afectando el normal caudal de ese cauce y del marginal, según informó el Diario de San Rafael.
Schmidlin, según se conoció por parte de Irrigación, sólo tenía autorizado el uso recreativo de las aguas del río Atuel, que naturalmente ingresan a su propiedad y forman una laguna, y que el curso de la misma la devuelve al Atuel otra vez.