Más de 200 comercios se adhirieron al programa "Mendoza de Siesta", que se extenderá hasta el 31 de julio próximo. A una semana de la prueba piloto comerciantes y empresarios manifestaron que la situación no ha mejorado mucho, de hecho, refirieron que las ventas repuntaron para el Día del Padre y luego todo volvió a la normalidad.
Adolfo Trípodi, presidente de la Federación Económica de Mendoza (FEM) dijo: "Las costumbres están muy arraigadas en Mendoza y, salvo para el Día del Padre, los comercios continúan con pocas ventas. Todo sigue igual".
"Al mendocino le cuesta adaptarse a nuevas medidas, es conservador. Por ahora las ventas están igual que antes, no hay gente en la calle y no sabemos si será conveniente seguir ya que es una pérdida de tiempo. Los empleados se miran las caras durante la siesta", refirió Luis, dueño de uno de los locales adheridos.
Fuente: El Sol
