En Mendoza, cerca de 700 niños nacen de mamás que han consumido sustancias. Esta es una problemática que se viene observando desde el 2015.
Mónica Rinaldi, jefa de Maternidad e Infancia, explicó en declaraciones a Canal 9 cómo se detectan los casos: "Se han empezado a detectar en el hospital Lagomaggiore y después en otros hospitales. Esa cifra de 700 sería estimativa referida a la cantidad de nacimientos en la provincia. Pero en realidad no se han detectado 700 niños hijos de mamás adictas. Solamente los casos se han detectado en el Lagomaggiore, Paroissien, también en maternidades públicas de la provincia.
"Los 700 casos estimativos no son para la población total sino para hospitales públicos y privados. Se investiga a mamás con antecedentes de riesgo, se hace la búsqueda en orina de los bebés. No es en sangre, sino en la orina de los bebés de mamás con antecedentes por un feto muerto anteriormente, o por un desprendimiento de placenta, o los casos de mamás sin controles prenatales o una mamá que indica que en su familia hay otras personas adictas. En esos casos se investiga en el bebé la presencia de drogas. Así se han detectado algunos casos, lo importante es que con eso se puede actuar"
Marta Hintuchi, jefa del programa de Adicciones, por su parte, indicó: "Hace más de un año que se está trabajando. Es un tema que nos ha conmovido al encontrarnos con esta realidad. Pero es algo que escuchamos en las otras provincias. Planteamos el abordaje integral y hablamos del sistema de alarma. Cuando el bebé nace con el reactivo positivo es porque la alarma está sonando tarde. Por eso estamos trabajando para poder detectar y abordar antes".
"Buscamos que las mamás puedan ser acompañadas durante el embarazo. La provincia cuenta con 10 centros de adicciones donde junto con Mónica (Rinaldi) y Salud Reproductiva estamos coordinando detectar antes del reactivo las situaciones de consumo de las mamás", explicó Hintuchi.
"Cuando se detecta que un bebé tiene drogas de cualquier tipo se lo deja internado para ver si aparece el síndrome de abstinencia. Puede que los chicos tengan problemas en la vida adulta, no es algo seguro. Si pudiéramos evitar esto en el embarazo sería lo mejor. Suspender la lactancia materna ayuda mucho para el neurodesarrollo de los chicos. A los seis meses se les hace controles, si tienen alguna deficiencia se comienza con la estimulación", concluyó.