El fiscal Gustavo Stroppiana, quien instruye la causa del Instituto Próvolo, dijo que J.L.O. - se reserva su identidad por orden judicial- "es peligroso para terceros". Era uno de los detenidos por el aberrante caso de abusos sexuales a niños hipoacúsicos cometidos por curas y personal del instituto en el edificios de Luján de Cuyo, Mendoza.
El viernes la sociedad mendocina quedó conmovida al enterarse que J.L.O. fue absuelto de la causa y se mudaría con unos tíos en Corrientes. La Justicia dictó su libertad luego de que el Cuerpo Médico indicara que padece retraso mental, además de ser hipoacúsico, y que no comprende la criminalidad de los hechos.
"Yo tengo miedo, es una persona que sí encierra miedo para terceros. Recordemos que esta persona estuvo desde sus 3 años institucionalizado en el Próvolo hasta sus 42 años que es cuando explota esto que es el caso que estamos investigando. A mi criterio la familia estuvo ausente, si hubiera estado presente no habría llegado a este nivel de perversión que tiene él ahora". De niño, él también fue víctima.
Las pruebas de abuso sexual contra J.L.O. son contundentes. Además, de que varias víctimas lo señalaron como uno de los abusadores, se halló su ADN en restos de semen que habían en la ropa interior de una niña.
Para el fiscal el ex empleado del Próvolo debería estar internado en un hospital psiquiátrico por lo que no descarta la posibilidad de iniciar alguna acción procesal, informó Canal 9.