Orlando Carrizo es un hombre de 68 años que espera saber qué pasó con sus hijos y que se haga justicia. Cuatro de ellos murieron en diferentes hechos, tres asesinados y uno por mala praxis.
El apellido Carrizo es conocido en el barrio La Estanzuela de Godoy Cruz, Mendoza. Además de que el hombre ha formado su familia en ese lugar, tiene once hijos -7 varones y 4 mujeres- y cuatro de ellos han muerto trágicamente. En todos los casos, el hombre impulsó e impulsa las causas penales siendo querellante con la abogada oficial Claudia Vélez.
"Tengo 42 años de servicio en el Estado y 3 trabajando en el sector privado. Todos mis hijos fueron a la secundaria, pero perdí a tres de ellos por la maldita adicción a la droga", afirma el hombre. "Con mi mujer hemos luchado toda la vida por educación y vivienda digna. Hay que combatir el narcotráfico", agrega, desde un banco en el pasillo del quinto piso de Tribunales.
El hombre no tiene vergüenza de marcar que algunos de sus hijos asesinados tenían antecedentes y no pensaban dos veces antes de enfrentarse con alguien: "Lo digo yo y soy el padre. Esa ha sido la lucha de mi vida".
"En el barrio hay buenos y malos, pero ahora hay kioscos -de venta de estupefaciantes- en todos lados. La droga trae cárcel o muerte", concluyó en una entrevista con Diario Uno en la que detalla cada uno de los casos.
No obstante, en las redes apuntan contra él: