Una vecina del pueblo sanrafaelino de Capitán Montoya recibió visitas inesperadas. Se trata de una serpiente de casi dos metros que estuvo a punto de entrar a su domicilio el martes, y ayer apareció otra del mismo tamaño.
"Creemos que pudo haber llegado porque cerca de casa hay una piedrera y una yesera, en otras oportunidades hemos encontrado alacranes", contó Laura Seco, la vecina de Capitán Montoya.
Fue su hijo de 9 años quien jugaba en el patio y al ver la serpiente rápidamente llamó a sus padres para alertarlos.
"Se subió a un arbolito pequeño y se cruzó a la casa vecina". La familia de Laura actuó rápidamente y debido a que el reptil, de considerable tamaño, abría su boca y se abalanzaba con intención de atacar, debieron cortarle la cabeza con un azadón. Esta acción no provocó la muerte instantánea, ya que continuó moviéndose y generando peligro para los niños, ante la posibilidad de que fuese una víbora venenosa.
La segunda serpiente apareció cuando los niños del lugar estaban buscando espárragos y, según la foto, acababa de "engullir" algo, ya que mostraba un ensanchamiento en su largo cuerpo. Este segundo caso ya alarmó a los vecinos.