Emilse Cortez es una joven de 22 años de San Luis que se convirtió en heroína al devolver 100 mil pesos que encontró en un colectivo. Desde hace tres años trabaja en Transpuntano limpiando los micros que están fuera de servicio.
La semana pasada estaba haciendo su trabajo cuando vio una carpeta con todos los documentos. Sin dudarlo, comenzó la búsqueda de la persona que los había perdido.
"Fui al colectivo porque sabía que no iba a salir. Eran las 14, cuando empecé a limpiar vi una carpeta en el tercer asiento individual. La revisé y encontré documentación, certificado de discapacidad, estudios y papeles. No revisé más", explicó la trabajadora, cuyo turno es de 12 a 20. "Tengo una hermana discapacitada y sé por mi mamá que es remarla mucho para conseguir un certificado", agregó.
Cortez fue hasta una oficina para encontrar el número de teléfono de esa persona. "Ahí vi los dos cheques a nombre de la persona discapacitada. Estaban firmados y listos para cobrarlos. Uno era de 55 mil y el otro de 49 mil. Enseguida pensé que la señora se debía quería matar, que estaba rasguñando las paredes. Me desesperé porque capaz que le daba de baja a los cheques por la pérdida", explicó.
Fue hasta la guardia y buscaron en la guía telefónica el nombre y la dirección de esta persona con los datos de la documentación. Llamó a la señora y le avisó que tenía sus cheques.
La damnificada en media hora llegó a la sede de Transpuntano. "Le dije que mirara toda la documentación, que yo no había revisado nada. Mi mayor recompensa fue el agradecimiento, pero insistió con que me quedara 300 pesos que me ofrecía, me suplicó que me los quedara, que si tenía más en ese momento, me subía la plata. Yo no quería aceptarlo. Uno nunca sabe para qué necesita el dinero la otra persona, capaz que juntó para algo importante", argumentó la trabajadora, según contó El Diario La República.