Marina Moriones denunció a su vecino por haber descuartizado a su cachorro de tres meses. A ese dolor ahora le suma el miedo por su seguridad, porque dice que el supuesto asesino la amenazó y le dijo: "Quedate en el molde porque vas quedar igual que el perro".
Ella vive en el barrio Los Molles de Leónidas, ubicado sobre la autopista 25 de Mayo, a quince minutos de la ciudad de San Luis.
La pesadilla comenzó el 21 de agosto. Ese lunes, como todos los días, la mujer salió al patio de su casa y comenzó a llamar a Tango, su mascota.
Como no aparecía, se empezó a preocupar. Lo buscó por todos lados pero no había rastros, ni pruebas de donde podía estar. Desistió por algunas horas. Siguió insistiendo, no se iba a dar por vencida tan fácilmente. A las 21 volvió a buscarlo. Su voz se hizo eco y en medio de la inmensidad de la noche, sintió ladridos. Estaba segura de que eran los de su pequeña mascota.
Según informó el proteccionista Eduardo Garay, amigo de Moriones, la autopsia de la Policía reveló que el cachorro no sufrió el ataque de otro animal, ni fue atropellado por un vehículo, "sino que fue atacado por una persona”.
Marina relató: "Saqué el auto, me fui hasta la casa de unos vecinos en busca de ayuda, volví agitada, asustada, con el corazón en la boca, no sabía con lo que me iba a encontrar, justo puede observar a mi madre que llegaba hasta la entrada de mi vivienda, porque los dos matones se bajaron de la camioneta, se acercaron hasta la tranquera y empezamos a discutir, el supuesto asesinado me dijo "quédate en el molde porque vas a quedar igual que los perros'", puntualizó en una mezcla de desazón y dolor.