El domingo 5 de abril de 2020 la mendocina Florencia Magalí Morales (39) fue llevada a una comisaría de San Luis por, presuntamente, romper la cuarentena, y horas más tarde murió misteriosamente en una celda por "asfixia mecánica".
A seis meses de esta muerte "dudosa" –no se sabe si fue un suicidio o si hubo abuso policial- la investigación judicial "es muy lenta, hay pocos avances y no se está investigando con perspectiva de género", sostiene el abogado querellante Santiago Calderón Salomón, quien representa a la familia de la víctima junto a Federico Putelli.
Pero el caso está lejos de ser olvidado: los 5 de cada mes, organizaciones feministas y de derechos humanos realizan marchas y protestas en la capital de la vecina de provincia y en Santa Rosa del Conlara, ciudad donde se detuvo a la víctima y que ubicada al noreste de San Luis, a 17 kilómetros de Merlo.
Además existe interés internacional: representantes de la ONU se han contactado con los abogados de la familia Morales y les solicitaron un informe sobre el caso.
La lentitud de la causa que tramita el juez Osvaldo Pinto, responsable del Juzgado de Instrucción Penal del Departamento Junín, no se debe a los problemas que trajo la pandemia de coronavirus, ya que el funcionamiento de Poder Judicial de la vecina provincia no se ha visto resentido. "La lentitud es en esta causa en particular", dice el letrado.
Según sostiene Calderón Salomón, desde un inicio no se han respetado los protocolos de perspectiva de género y esto se puede ver en el trabajo que realizó el primer forense, que solo investigó un posible suicidio y dejó de lado la hipótesis de un abuso sexual o un homicidio. El resultado del estudio indicó que Magalí había muerto por "asfixia mecánica" pero nada decía sobre la causa del deceso.
Luego, cuando se realizó una reautopsia, los especialistas no pudieron llegar a la causa de muerte por el estado del cuerpo y porque "faltaban algunos músculos del cuello". Pero se tomaron muestras que fueron remitidas a un laboratorio de La Pampa para ver si se puede conocer por qué murió la joven.
Cuestiones que “llaman la atención”
El expediente caratulado como "averiguación muerte", guarda algunas cuestiones que llaman la atención.
-Los policías que estaban de servicio cuando Magalí estaba en la comisaria de 25 de Santa Rosa, no están procesados, ni imputados y solo se les tomó una declaración informativa inicial. Luego fueron pasado a disponibilidad y prestan servicio en otras dependencias.
-Lo más llamativo es la situación del comisario Heraldo Clavero, responsable de la comisaría. "Clavero está en Córdoba y no se sabe por qué. Un juez de esa provincia, cuya justicia está casi paralizada, le va a tomar declaración. Él estuvo siempre en la comisaria, tendría que explicar por qué la tuvo tantas horas detenida", dice el abogado.
-Un misterio es la ropa que usaba la víctima. Hay fotos y registros de cámaras que muestran a la joven con cierta ropa al ingresar a la comisaria por la mañana. Al mediodía, una vecina le llevó una mochila con ropa para cambiarse. Cuando murió tenía otra ropa que no era de ella. La ropa con la que entró, y la muda y la mochila, desaparecieron.
-Las mujeres policías que estaban en la dependencia policial dijeron que la ayudaron a cambiarse porque estaba menstruando. La necropsia no indica que no estaba menstruando.
- Un hombre que estaba detenido en la comisaria declaró que un uniformado lo llevó a una celda para que orinara en el piso. Luego, Magalí fue encerrada, descalza, en esa celda.
-El juez no ha permitido que declaren los familiares de Magalí y no ha permitido que participen peritos de parte en una inspección ocular de la comisaria que finalmente no se ha realizado todavía.
La versión policial
El domingo 5 de abril pasado la Comisaría 25 de Santa Rosa del Conlara, inició un sumario policial contra Florencia por tres delitos: incumplir la cuarenta obligatoria, resistencia a la autoridad y lesiones contra la autoridad.
Esta es la versión policial: cerca de las 9.30, unos policías estaban en la puerta de un banco, en la esquina de Santa Rosa de Lima y Rivadavia, cuando observaron a una mujer circulando en bicicleta a contramano.
Los policías le dijeron que frenara pero ella "haciendo caso omiso, la mujer se dirigió a la Comisaría. Al ingresar al lugar, la policía le solicitó el documento, pero la mujer manifestó no poseerlo", aunque dio su nombre y domicilio.
Los policías le dijeron que iban a "demorar" por romper el aislamiento obligatorio y en esa situación "intenta fugarse lo que motiva que intercedan la agente Torres, Yohana y Oficial Principal Ontiveros, con quienes se produce un forcejeo, ante tal situación y debido a la violencia que presentaba dicha ciudadana se suma al proceder el Oficial Principal Mancilla, Daniel quien recibe un rasguño en una de sus manos".
Entre los tres lograron reducirla y la trasladaron luego al hospital local "para ser atendida por el médico de turno" y luego la volvieron a llevar a la comisaría.
A las 19.30 se produjo el desenlace fatal: el comisario Heraldo Clavero, llamó al juez para decirle que Florencia "se habría suicidado en la celda en la que se encontraba alojada en la Comisaría de Santa Rosa del Conlara".
Una hora más tarde llegó a la comisaria el juez, el médico forense, personal de criminalística y el jefe del comisario, el subjefe de la Unidad Regional III, el comisario Jorge Bustos. En ese momento se realizó una inspección de la celda y el médico hizo una revisión preliminar.