Un criadero familiar ubicado en las inmediaciones del basural de El Borbollón fue desbaratado tras descubrir que de allí provinieron los cerdos con triquinosis que fueron consumidos por distintas familias en Las Heras.
Mientras se investiga si una mujer murió a causa del consumo de esta carne, unas 20 personas fueron internadas en la última semana afectadas por la enfermedad parasitaria.
La señal de alerta de los servicios de salud se encendió cuando diferentes pacientes llegaron a centros de salud y hospitales presentando los principales síntomas de la triquinosis como fiebre, diarrea y dolores musculares severos. La denuncia de estos casos es obligatoria y no tardó en llegar a la Dirección de Ganadería que intervino llegando al lugar donde las víctimas indicaron que habían comprado los chanchos.
El emprendimiento estaba al mando de una mujer que, entendiendo la situación, no cuestionó a los inspectores que sustrajeron de su corral 31 cerdos que terminaron en el matadero donde se aplicará el rifle sanitario.
"En esta zona los animales se alimentan con basura", comentó Nestor Guizzardi, director de la Dirección Provincial de Ganadería, quien señaló que la faena doméstica y la carneada de cerdos es un medio de subsistencia común en estos lugares. "Es una cuestión social que hay que tratar con cuidado", dijo.