La cruzalteña Griselda Chiocca celebró cincos años de su vuelta a la vida junto a Johannes, el joven alemán que donó sus células madres.
En el año 2014, Griselda fue diagnosticada con leucemia mieloide. Para revertir el cuadro debía realizarse un trasplante de médula ósea.
Allí, comenzó la incansable búsqueda de un donante 100% compatible.
La esperanza estaba intacta y como popularmente se sabe que es lo último que se pierde, la cura llegó de la mano de Johannes.
El joven donó parte de sus células madres sanguíneas en su país. Al día siguiente, el trasplante se realizó en la ciudad de Córdoba.
A cinco años del exitoso procedimiento, ambos se conocieron.
El encuentro se llevó a cabo en la ciudad de Buenos Aires, luego que prestaran consentimiento de dar y recibir información y de enviarse cartas.
Al verse, se fundieron en un abrazo de agradecimiento. Emocionada, Griselda solo tuvo palabras de amor para su donante.
"Fue un momento lleno de amor, alegría, agradecimiento y mucha emoción", señaló Chiocca a un medio de Cruz Alta.