Todo comenzó cuando cuando la sociedad se vio impactada por dos hechos aberrantes cuyas víctimas son menores de 2 y 4 años. La primera ingresó hace casi un mes al Hospital de la Madre y el Niño con signos de haber sufrido abuso sexual. Por el hecho están detenidos sus padres por "presunto encubrimiento".
También hay una médica que aparentemente atendió a la bebé cuando tenía sólo 8 meses, notó que había sido abusada y también quedó detenida por encubrimiento.
El otro caso es el de la nena de 4 años que desapareció el domingo 5 de agosto a las 16 cuando había ido a comprar caramelos a un kiosco en cercanías a su vivienda en el barrio Antártida III. Apareció tirada, inconsciente, salvajemente golpeada y con signos de haber sido violada.
Ahora las dos menores se disputan entre la vida y la muerte. Hay una leve mejoría en su estado de salud pero un hecho de éstas características las dejará marcadas para siempre.
"La marcha de los juguetes es porque cuando vemos un juguete inmediatamente lo relacionamos con un niño, cada juguete presente en la marcha representará un chico que fue victima de abuso sexual" explicó a Vía País Marisa Semeraro, una de las impulsoras de las constantes movilizaciones que se realizan semanalmente en la capital riojana.
Además agregó que "con esta marcha pretendemos sensibilizar mediante los colores y juguetes a todos los transeúntes".
Consultada sobre el origen y la razón de tomar está decisión, respondió: "los que nos impulsa a seguir es la desesperación que sentimos ante estos casos de abuso a nuestros niños. Pedimos un estado presente ante todo".
La próxima movilización será este jueves a las 18 en la plaza principal, tendrá la misma modalidad que las marchas anteriores y se pide a la comunidad llevar un pañuelo blanco.
