Recupera su esplendor en Jujuy una valiosa joya de la historia argentina

Avanza la etapa final de restauración de la Bandera de Ayohuma, enarbolada por Belgrano en la histórica batalla de 1813.

Recupera su esplendor en Jujuy una valiosa joya de la historia argentina
En el Museo Histórico Provincial "Juan Galo Lavalle" se lleva adelante la restauración de la Bandera de Ayohuma, en el marco del proyecto de modernización e incorporación de tecnologías interactivas en la institución.

Conservada en Jujuy, la histórica Bandera de Ayohuma está atravesando la etapa final de su restauración proyecto de puesta en valor que contempla la investigación histórica, el estudio material y la restauración de la enseña. En este marco se acordó no remover las manchas que presenta, que en principio se pensaba serían de sangre, ya que su valor histórico “las convierten en evidencia del pasado del objeto y quizás, fuente de información futura”, explicó la directora provincial de Patrimonio, Valentina Millón.

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En efecto, un equipo interdisciplinario se encuentra en la etapa final de restauración y puesta en valor de la Bandera de Ayohuma, utilizada por el Ejército del Norte comandado por el general Manuel Belgrano en la histórica batalla del 14 de noviembre de 1813, también conocida como Bandera de Estopiñán y que se encuentra en el Museo Histórico Provincial “Juan Galo Lavalle” de San Salvador de Jujuy.

Un equipo de restauradoras encabezado por la Lic. Patricia Lissa trabaja hace varios meses en el textil histórico, en Jujuy.
Un equipo de restauradoras encabezado por la Lic. Patricia Lissa trabaja hace varios meses en el textil histórico, en Jujuy.

La insignia es de color celeste y blanco, está confeccionada con la misma tela que las llamadas Banderas de Macha, y sirvió para identificar al ejército que dirigió Belgrano en su incursión por el Alto Perú.

La Directora de Patrimonio de Jujuy explicó que “se creía, presentaba manchas de sangre entre otras de diferentes características, distribuidas en toda su superficie, aunque ello se terminó descartando”, y en esta etapa del trabajo se determinó “pertinente su análisis por el componente ferroso que pudiera hallarse, que se oxida y deteriora las fibras textiles”.

Explayándose en este punto, Millón apuntó que la presencia de sangre “hubiera sido de gran relevancia para la investigación histórica que también se lleva adelante en el marco de la puesta en valor de la pieza textil”.

UN AJUSTADO TRABAJO DE RESTAURACIÓN

En torno a la restauración, la especialista que encabeza el equipo, Patricia Lissa, comentó que “se realizó la corrección de deformaciones en el plano y la consolidación estructural mediante encapsulado entre dos telas, utilizando como soporte seda natural teñida al tono y tul transparente para permitir la correcta lectura de la pieza”.

Indicó asimismo que “se determinó que la restauración no contemple la remoción de las manchas, ya que el valor histórico de la pieza las convierte en evidencia del pasado del objeto y quizás, fuente de información futura”.

La Bandera de Ayohuma mide aproximadamente 2,32 metros de largo por 1,53 de alto y toma su nombre de la batalla de Ayohuma -actualmente territorio del departamento Potosí, Bolivia-, donde Belgrano fue derrotado por las fuerzas realistas al mando del general Joaquín de la Pezuela.

La documentación del bien -la Bandera de Ayohuma conservada en Jujuy- evidenció que se trata de una bandera de seda de color celeste y blanco de ligamento tafetán, confeccionada mediante costuras realizadas a mano. La misma presenta manchas de diferentes características distribuidas en toda su superficie.
La documentación del bien -la Bandera de Ayohuma conservada en Jujuy- evidenció que se trata de una bandera de seda de color celeste y blanco de ligamento tafetán, confeccionada mediante costuras realizadas a mano. La misma presenta manchas de diferentes características distribuidas en toda su superficie.

El pabellón, que habría sido donado por la familia del comandante Estopiñán, forma parte del inventario del Museo Histórico Provincial “Juan Galo Lavalle” desde su creación, en el año 1942, cuya sede es una vieja casona de mediados del siglo XVIII -declarada Monumento Histórico Nacional-, situada en la calle Lavalle n° 256 de la capital jujeña.

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Aunque más pequeña y fragmentada, esta enseña sometida a restauración está confeccionada con la misma tela, tafetán de seda, que las Banderas llamadas de Macha, actualmente expuestas una en el Museo Histórico Nacional de Buenos Aires y otra en el Museo Casa de la Libertad de Sucre Bolivia.

Las tres presentan igual hilado, ligamento y color pero diferente estado de conservación, tamaño y nivel de decoloración de las franjas.

El trabajo de restauración se impulsa en el marco de un proyecto de modernización e incorporación de tecnologías interactivas al Museo Histórico con el objetivo de reconstruir la historia de la Bandera, a partir de la recopilación de datos orales, documentos y diarios del siglo pasado para corroborar su origen.