En un marco en el cual en el país "tiene un fuerte impulso" la actividad minera del litio, "Jujuy está aprovechando su potencialidad para desarrollarlo", dijo la secretaria de Minería de la Nación, Carolina Sánchez, quien antes de ocupar esa posición se desempeñó como directora del INTI Jujuy.
La demanda global de litio va en crecimiento año a año, potenciada por la demanda en baterías, que desplazaron a la cerámica y el vidrio del histórico primer lugar en el uso del mineral.
En ese plano, además de la masificación de dispositivos electrónicos personales, el mayor crecimiento se produce gracias a la expansión del uso de las baterías de ion-litio desde la electrónica hacia otros sectores, como el de herramientas eléctricas, automóviles y el almacenamiento de energía.
Actualmente Argentina tiene una capacidad de producción de 17.500 toneladas métricas de carbonato de litio de grado de batería, disponible para los clientes en todo el mundo.
En ese contexto, la funcionaria nacional explicó que "hay una demanda del mercado mundial de litio en forma de carbonato de litio, hidróxido de litio o cloruro de litio, no solo para la fabricación de baterías sino también para otros usos, por lo que el desafío también será poder colocar el producto", hizo notar.
Aunque el carbonato de litio, según los especialistas, apenas alcanza entre el 2% y el 7% del costo de una batería, es un insumo esencial para su producción.
Países industrializados como Corea del Sur, EEUU, Japón, China y Bélgica son los mayores importadores de carbonatos de litio, óxidos e hidróxidos de litio.
En virtud de la reciente puesta en marcha de las operaciones de producción del proyecto Olaroz-Cauchari a cargo de la minera Exar en el departamento Susques, la Secretaria de Minería de la Nación puso en relieve también que la radicación de emprendimientos mineros favorece el desarrollo de las comunidades locales y "significa oportunidades para la gente, que evita el desarraigo y mejora sus condiciones económicas", subrayó Carolina Sánchez.
El uso del litio significaría un beneficio para el medio ambiente ya que haría posible que los automóviles utilicen en sus baterías energía de fuentes renovables libres de carbono en lugar de nafta o diesel, reduciendo las emisiones de dióxido de carbono.