Referentes de los cinco países criadores de vicuña, en la región andina, debatieron en San Salvador de Jujuy sobre su manejo, el uso sustentable, las políticas orientadas a su cuidado y las problemáticas relacionadas con la comercialización de la fibra y la caza furtiva, entre otros puntos.
"La vicuña es un recurso válido y las comunidades donde habita adoptan medidas de conservación de la especie y procuran la comercialización de la fibra, una de las partes con más dificultades del proceso", dijo Daniel Ramadori, coordinador nacional de proyectos de manejo de uso sustentable y conservación, considerado como el punto focal del convenio de la vicuña en el país.
Chile, Bolivia, Perú, Ecuador y Argentina son los cinco países signatarios del Convenio de la Vicuña, cuyos referentes debatieron en la 34ta. reunión ordinaria de la comisión técnico administrativa.
En la apertura estuvieron el vicegobernador Carlos Haquim y los ministros María Inés Zigarán, de Ambiente; y Juan Carlos Abud Robles, de Desarrollo Económico y Producción.
"Nuestra provincia cuenta con la mayor cantidad de vicuñas del país", dijo Zigarán. "Tenemos a rededor de 120 mil vicuñas y además la experiencia de un modelo único de cosechas de la fibra de vicuñas en silvestria que reúne valores ambientales, sociales, culturales y económicos", aseveró la Ministra.
En Argentina sólo las provincias de Jujuy y Catamarca están autorizadas para la comercialización de la fibra.
Por su parte, Amadori advirtió que "la caza furtiva es un tema que mantiene preocupados a todos los países porque persisten episodios en todos los países, y eso va en desmedro de las posibilidades del uso de la vicuña".
A pesar de ello, el último censo nacional -realizado en 2007- reflejó un aumento en las poblaciones locales, acotó el funcionario, a la vez que apuntó que "a nivel nacional hay un primer borrador para el plan nacional de manejo de vicuña".
A su vez el vicegobernador Haquim aseguró que Jujuy "es un ejemplo en el trabajo con la vicuña" y resaltó "los procesos de protección de la especie, cuidado del ambiente y la comercialización, que también tiene sus dificultades", no obstante lo cual "consideramos que es recurso importante para las comunidades de la Puna", subrayó.
En tanto, el presidente de la Asociación Nacional de Manejadores de Vicuña de Bolivia, René Paca, dijo que la comercialización de la fibra se dificulta debido a que "no hay competencia en los precios".
"En nuestro país, donde hay 162 mil vicuñas en silvestría, se ha atrasado un año la venta, y ha perjudicado a los productores", agregó.
En Bolivia en la última campaña se vendió alrededor de dos toneladas de fibra a la firma Loro Piana que "ha ido bajando los precios al no tener competencia", alertó Paca.
"No hay empresas que puedan comprar", lamentó el referente boliviano y apuntó que actualmente el precio por kilo es de "355 dólares, cuando anteriormente era de 405 dólares".
Héctor Peñaranda Antezana, referente en Chile del convenio para la vicuña, ratificó que la comercialización es un "escollo", porque "el precio ha bajado, y esto hace poco rentable la actividad".
De manera complementaria a la reunión ordinaria, se llevó a cabo una reunión técnica. "En esta oportunidad discutimos específicamente sobre la sarna, un mal que afecta en distinta medida a toda la población de vicuñas en estos cinco países", indicó Daniel Ramadori y agregó que "en este foro se consensúa todo tipo de normas de manejo. Cualquier medida que se tome en los distintos países con respecto a la vicuña, es previamente tratado en este espacio", enfatizó.