Este miércoles la segunda jornada de audiencias en el marco del juicio oral y público por la causa "Pibes Villeros" tampoco comenzó puntual y nuevamente sufrió demoras, esta vez por un malestar físico de Mirta Guerrero, quien a poco de ingresar al recinto hizo saber a la custodia que se encontraba con algún problema de salud.
La hora pautada para cerrar el cuarto intermedio abierto el martes y reanudar la lectura del requerimiento de citación a juicio, era las 14:30, pero el arribo de los imputados al salón “Vélez Sarsfield” comenzó más de una hora después.
A su ingreso, la dirigente social Milagro Sala mostró una conducta diferente a la del martes: saludó respetuosamente a los presentes, arengó con un "¡Viva Perón, carajo!", intercambió abrazos y gestos de afecto con varios de sus compañeros e incluso pidió acercarse a saludar al diputado nacional y exjefe de gobierno porteño Aníbal Ibarra, presente en la sala.
Ambos se estrecharon en un sentido abrazo y de inmediato Sala miró a las cámaras de los medios que cubren las audiencias para reclamar: "Gerardo Morales, pagá a los comedores escolares; devolvele Cauchari a las comunidades originarias".
Ubicados todos en sus respectivos lugares, la presidente del Tribunal, María Alejandra Tolaba, dispuso la reanudación de la lectura de la documentación.
Cuando transcurrían los primeros tramos de la lectura de la parte requisitoria, la acusada Mirta "Shakira" Guerrero solicitó ser asistida por personal médico. Sus abogados defensores argumentaron que su cliente fue intervenida quirúrgicamente en varias ocasiones y solicitaron para ella el beneficio de prisión domiciliaria. Al ponerse de pie, Guerrero levantó sus prendas y exhibió las cicatrices de esas operaciones.
La dirigente de la organización Tupac Amaru fue atendida en una sala contigua al recinto y se aguardó su recuperación por un lapso de más de dos horas, hasta que los médicos del SAME y del Poder Judicial certificaron que la acusada podía regresar a la biblioteca del Poder Judicial a presenciar la audiencia.
Por otra parte, antes de la reanudación de la lectura de la requisitoria fiscal, el Tribunal ratificó su decisión de habilitar a la prensa sólo por un lapso determinado antes de cada audiencia, para tomar imágenes y paneos generales.
Dicho de otro modo, ya no se permitirá realizar grabaciones, filmaciones ni tomar fotografías durante el debate. Como se dijo, sólo se podrá efectuar esa tarea al inicio de cada audiencia.
De acuerdo a lo expresado por las magistradas en su resolución, los periodistas sólo podrán ingresar al recinto para seguir la lectura de la requisitoria fiscal, alegatos y lectura del fallo, mientras que en las audiencias en las que se escuche testimonios y demás, sólo podrán ingresar fotógrafos y camarógrafos para registrar la apertura de las audiencias y deberán retirarse cuando el Tribunal lo ordene.
El fundamento para esta medida es que "la deposición de un testigo no puede afectar la de los otros que deban deponer con posterioridad, modificando o adecuando su testimonio de acuerdo al relato efectuado por los anteriores, afectando gravemente el carácter espontáneo que deben tener tales declaraciones, lo que indefectiblemente devendrá en perjuicio de la averiguación de la verdad", tal como se lee en la resolución.
Frente a esto, los periodistas y reporteros gráficos redactaron una nota dirigida al Tribunal solicitando a las juezas que reviertan aquella resolución y así "garantizar el derecho a la información" de la ciudadanía.
La audiencia retomó su curso y minutos antes de las 20:00 la jueza Tolaba dispuso un breve cuarto intermedio.
De regreso al estrado, las magistradas continuaron por espacio de casi dos horas con el trámite. Aproximadamente a las 21:45 se dispuso pasar a cuarto intermedio y la audiencia se reanudará mañana a las 14:30.
Corresponde apuntar que una vez que culmine esta etapa, los medios de comunicación no podrán presenciar el debate y sólo se autorizará a 16 personas a entrar al recinto, las cuales deberán acreditar el parentesco con alguno de los acusados.