El presidente Emmanuel Macron habló este miércoles luego de la aprobación definitiva de la reforma de pensiones, aprobado por el artículo 49,3. En su aparición televisiva, señaló: “Es necesario que (la reforma de las pensiones) entre en vigor a finales de año”. No obstante, aclaró que habrá que “esperar a la decisión del Consejo Constitucional”.
En tanto, en las calles francesas las protestas aumentan. De hecho, se cree que la movilización “podría experimentar un nuevo impulso ante la emoción suscitada por la aplicación del artículo 49.3 de la Constitución”. Macron de hecho es conciente del descontento que genera la iniciativa. “Si hay que respaldar la impopularidad hoy detrás, yo lo respaldaré”, expresó.
“Yo no busco ser reelecto, pero entre las elecciones coyunturales y el interés general del país, elijo el interés general del país”, argumentó su decisión.
En cuanto a lo que se espera para este jueves en las calles, se cree que el reclamo estará mucho más radicalizado. Para el ministro del interior, Gérald Darmanin, el antes y depués lo marcó la aplicación del 49.3. “Cada día se ha saldado con 3 a 400 acciones diarias que han generado 94 heridos en cinco días entre las fuerzas del orden”, explicó.
Cuáles son las zonas calientes de los reclamos
Las manifestaciones y los hechos de violencia se recrudecieron en París, Nantes y Rennes. Los huelguistas continúan su movimiento en varios sectores bloqueando desde refinerías hasta centrales eléctricas y evitando la recolección de residuos.
Según se prevé, este 23 de marzo los puntos de concentración y movilización llegarán a los 320: entre 600.000 y 800.000 serán parte de los reclamos.
En París, la marcha que partirá a las 14 horas de la Bastilla en procesión hasta Ópera podría reunir entre 40.000 y 70.000 personas, donde podrán mezclarse entre 400 y 600 elementos radicales, con igual número de chalecos amarillos.
Por otro lado, uno de los ítems que preocupa es la presencia de infiltrados ya que esto podría significar “un estallido de violencia que pudiera materializarse al frente de la marcha por parte de elementos radicales y paralizar el buen desarrollo de la manifestación”.
Qué dicen desde la oposición
El primer secretario del PS, Olivier Faure, dijo: “Macron puso más explosivos en un infierno ya bien encendido”. En tanto, el excandidato presidencial de izquierda, Jean-Luc Mélenchon, sostuvo: “Repite su tradicional muestra de desprecio sobre el pueblo francés”, en referencia al Jefe de Estado.
A su vez, la ultraconservadora Marine Le Pen acusó al presidente de empujar al país hacia un “estallido social”. También recordó que en septiembre pasado había advertido a la primera ministra, Elisabeth Borne, que “no haría nada para apagar el incendio” en caso de que el Gobierno decidiera “imponer por decreto la reforma de las jubilaciones”.