El fuego que azotó la isla de Maui en Hawaii, según las autoridades se cobró la vida de al menos 80 personas y temen que aumente ante los cientos de desaparecidos.
El gobierno ordenó nuevas evacuaciones ayer por la noche, luego de informar un nuevo foco de llamas en Kaanapali, una ciudad occidental a unos 6,5 km al norte de Lahaina, aunque ese fuego se extinguió por la noche.
Según reportes del New York Times, citando a funcionarios del condado, el nuevo incendio estalló cerca de una estación de servicio para la distribución de gas y diesel a los residentes y estaba “un cien por ciento contenido” a las 8:30 pm hora local, poco después de que se detuvieran las evacuaciones anunciadas por la policía.
Equipos portátiles de Internet y telefonía han llegado a Maui para ayudar a llevar el servicio a las miles de personas que tal vez no hayan podido obtener ayuda desde que estallaron los incendios.
Se espera que un equipo más grande de Verizon, que se traerá desde Honolulu, llegue más tarde este mismo sábado. Esto incluye Colt (Células en camiones ligeros), un sitio móvil y un remolque satelital especializado que se utiliza para brindar servicio en la zona, tras los daños causados por el fuego.
Cuando Anthony La Puente regresó al lugar que había llamado hogar los últimos 16 años, no quedaba casi nada.
Su casa, como la mayoría de las de Lahaina, había sido arrasada por el incendio forestal que asoló este trozo de paraíso hawaiano.
”Lo único que puedo decir es que duele. Te pasa factura emocionalmente”, dijo el hombre, de 44 años.
”Es un asco no poder encontrar las cosas con las que creciste, o las cosas que recuerdas”, lamentó.
Autoridades aseguran que lo que se vive por estas horas en la región “es el mayor desastre natural de la historia de Hawái”.