Card, de 73 años de edad y su marido, Greg Grace, corrieron al banco a retirar 3.000 dólares canadienses para socorrer a Brandon, su nieto, quien aseguró que se encontraba en la cárcel sin cartera ni móvil y necesitaba el dinero para pagar la fianza. Card aseguró que el momento “fue sin duda una sensación de miedo… De que tenemos que ayudarle ahora mismo”, pero no sabía que se trataba del trabajo de la inteligencia artificial.
El monto retirado era el máximo diario mediante un cajero, por lo que se apresuraron a llegar a otra sucursal en búsqueda de más dinero. A su entrada, el director del banco les hizo pasar por su despacho y le contó que otro cliente había recibido una llamada parecida y se enteró que la voz, increíblemente similar, había sido fingida. Por lo que el banquero aseguró, “probablemente el hombre del teléfono no era su nieto”.
Tras el señalamiento Card se dio cuenta de un engaño, y aseguró a medios locales que ellos estaban convencidos de que estaban hablando con Brandon. Tras el avance de la tecnología y los usos que el hombre le da, resulta preocupante la tendencia, ya que no es la primera persona en recibir este tipo de llamadas.
Estafas a la orden del día
Para 2022, las estafas de impostores fueron la segunda estafa más popular en todo EE.UU, con más de 36.000 denuncias de personas estafadas por quienes se hacían pasar por un ser querido o familiar. Llamadas que fueron sinónimo de más de 11 millones de dólares en pérdidas según los funcionarios de la Comisión Federal de Comercio.
Además, con la llegada de la inteligencia artificial se han añadido nuevos temores, ya que permite a los delincuentes replicar la voz con solo una muestra de un audio con pocas frases. Lo cual permite a un experto en estafa, imitar perfectamente a cualquier persona.