Las protestas en Francia continúan y cada vez se acrecientan más, debido a que la población está en descontento con las medidas adoptadas por el presidente de aquel país, Emmanuel Macron, de llevar a cabo la reforma previsional.
París se ha vuelto a ver colapsada de manifestantes que protestaron contra el gobierno, el cual decidió elevar la edad jubilatoria de 62 a 64 años.
Este jueves fue la undécima jornada importante de disturbios, principalmente encabezada por los sindicatos. La misma coincidió con la víspera de la decisión final que abordará el Consejo Constitucional, el órgano encargado de interpretar la Carta Magna, ya que el próximo 14 de abril deberá llegar a un veredicto respecto de si aprueba o no la reforma.
Según las autoridades francesas, anunciaron que las protestas aglutinaron a unas 57.000 personas, pero desde los gremios aseveraron que se congregaron unas 400.000. Según el reporte de AFP, unas ocho personas fueron detenidas.
Entretanto, los gremios insisten en que se profundicen las medidas para seguir mostrando su desacuerdo: “Pase lo que pase, la movilización continuará mientras no se retire la reforma”, fue la frase elegida por la líder de la Confederación General del Trabajo, Sophie Binet.
El secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo, Laurent Berger, manifestó que “este movimiento sigue contando con el apoyo de la población” y que “el rechazo a esta reforma sigue siendo igual de fuerte”.
Los manifestantes se enfrentaron a la policía y hubo cierre de escuelas y universidades, junto con trenes anulados y también bloqueo de acceso a diferentes ciudades.
A pesar de las constantes protestas, el gobierno encabezado por Macron se niega a dar vuelta atrás con la reforma previsional.