Los lunares son formaciones benignas en la piel que en mayoría de los casos no significan ningún tipo de riesgo para las personas. Incluso, a algunas las hace destacarse por sobre otras y estéticamente les quedan bien. Sin embargo, si están expuestos al sol, algunos pueden transformarse en melanomas.
Qué son los melanomas
Es un tipo de cáncer de piel que se origina cuando las células que producen pigmento (melanocitos) sufren mutaciones. La radiación ultravioleta puede lastimar el ADN de estas células y favorecer su crecimiento sin control, convirtiendo un lunar inofensivo en un problema serio.

Por eso, detectar un melanoma a tiempo es fundamental, ya que su evolución puede ser rápida y afectar seriamente la efectividad del tratamiento. Es recomendable realizar un autoexamen mensual de la piel, hacerlo con ayuda de otra persona y acudir a profesionales.
Cómo reconocer un lunar sospechoso con la regla ABCDE
La regla ABCDE es la guía más utilizada para identificar lunares de riesgo, según A24.
- Asimetría: Un lunar normal suele ser simétrico. Si un lado es muy diferente al otro, hay que prestarle atención.
- Bordes: Los inofensivos tienen contornos redondeados y regulares, mientras que los bordes irregulares o con forma de estrella pueden significar malignidad.
- Color: Los seguros tienen un solo color. Si un lunar combina varios colores, conviene revisarlo.
- Diámetro: Los lunares normales no suelen superar los 6 mm.
- Evolución: Cualquier cambio rápido de tamaño, forma o la aparición de nuevos lunares alrededor de uno existente, es una señal de alerta.
