Pasaron 26 años pero sin embargo el recuerdo de su nombre se sigue asociando con lo que ella define como algo que no la representa o “no es ella”. La vida de Natalia Denegri, una periodista que actualmente trabaja en Miami, Estados Unidos, cambió radicalmente y es por ello que reclama el “derecho al olvido” en referencia a su pasado.
Lo que más desea Natalia es que, lo que vivió en su carrera profesional en el pasado, no la afecte en el presente y es por ello que le reclama a Google que no se indexe su búsqueda con aquellos años, sosteniendo que ella misma fue una víctima y es por eso que le inició una causa que deberá evaluar la Corte Suprema de Justicia.
Cabe mencionar que Natalia lleva adelante una causa judicial desde hace años, que reclama el “derecho al olvido”, queriendo hacer que Google no vincule más su nombre con los contenidos mediáticos que ella protagonizó en la década de los ‘90, cuando era una figura mediática que estaba vinculada al “Caso Coppola”.
Cómo se dio la fama de Natalia Denegri
Todo comenzó con escándalo judicial y mediático de la causa que involucró a Guillermo Coppola, el mánager de Diego Maradona, llevándolo detenido en 1996.
Este suceso dio comienzo a un nuevo género televisivo, donde los sets de filmación se convertían en juzgados por donde deambulaban tanto acusados, como testigos y abogados, todo bajo una parafernalia en busca de alcanzar mayores puntos de rating, incluso también agresiones físicas e insultos.
Ante esta realidad, Natalia describe en diálogo con Infobae: “Yo no soy eso que aparece ahí. (...) Quiero que se entienda bien. Yo fui una víctima. Yo no elegí nada en aquel momento. Era menor de edad. Me plantaron droga, Me detuvieron. Me llevaron a Dolores y cuando salí, me llevaron a los medios. Me sentí totalmente usada... Yo ya gané un juicio contra el Estado argentino, fui presa por un juez y un grupo de policías que fueron todos condenados”.
Y es que pasaron ya 26 años de aquel momento y Natalia intentó rehacer su carrera profesional y su vida. Cabe mencionar que al estar tan vinculada con esa figura que se había creado de ella, le resultaba muy costoso conseguir trabajo.
Quién es Natalia Denegri
Natalia es periodista, productora de cine, actriz y activista social. Tiene dos hijos pequeños, de 2 años y medio y de 7. En ese sentido, la niña mayor comenzó a googlear el nombre de su mamá y le preguntó si era la misma persona que aparece en las búsquedas.
Por tales motivos ya demandó a Google, pero éste apeló. Natalia no quiere que su nombre esté asociado con ese pasado que protagonizó.
La clave de la cuestión es que Natalia no pide que se “atente contra la libertad de expresión porque esos hechos no transmiten información”, en referencia a los programas de televisión que hacían shows sobre el caso Coppola y ella se dedicó a visitarlos y participar.
“Solo busco que se deje de ver mi nombre anexado a esas notas que lo único que hacen es generar otra vez violencia de género y violencia digital. Esos contenidos me siguen lastimando y solo buscan alimentar el morbo”, afirmó.
Para luego finalizar: “No pido que nada sea borrado ni deje de ser publicado, sino que cuando me busquen en Google y YouTube no asocien en las fórmulas mi nombre con esos videos de las peleas”.
La transformación de Natalia Denegri
Pero en el año 2002, su vida hizo un “clic” como le gusta decir. En ese momento, comenzó a ayudar a una mujer enferma de cáncer que pedía limosna en el Alto Palermo Shopping.
Natalia comprobó que quería comenzar a hacer “algo positivo” y es por ello que decidió acompañar a esta mujer hasta el final, para luego involucrarse con asociaciones y causas solidarias. Más adelante, acabaría haciendo una película sobre el autismo, laureada internacionalmente.
De esta manera, le llegó la oportunidad en la televisión de Miami y hoy día se encuentra radicada allí con su familia. Es por todo esto que no quiere que se su nombre quede vinculado con su pasado para que no manche su imagen del presente, y por eso le reclama a Google.
“Hoy tengo una vida en Estados Unidos, me dediqué al periodismo, a la solidaridad, gané premios internacionales... Y hoy si alguien pone mi nombre en un buscador, aparece en primer lugar todo aquel pasado... Daría todo lo que tengo para no volver a vivir todo aquello. Es un martirio”, confiesa.