La estafa más común a la hora de alquilar: piden dinero para “reservar” un turno de visita

Los estafadores aprovechan la irregularidad de un mercado inmobiliario que tiene valores dispares y que es permeable a este tipo de situaciones. Cómo es esta estafa tan común de los últimos tiempos.

La estafa más común a la hora de alquilar: piden dinero para “reservar” un turno de visita
Una estafa muy común a la hora de querer alquilar un departamento. Foto: Pexels

Ante un mercado inmobiliario que tiene sus grises y su falta de regulación y controles, conjuntamente con valores que se piden que en algunos casos resultan muy dispares, la situación también se torna permeable a que aparezcan estafas de todo tipo y la principal víctima es quien no tiene un techo propio y quiere poder alquilar.

La desesperación que a veces puede sentir el potencial inquilino por la irregularidad del mercado inmobiliario, da lugar a que se justifique cualquier pedido por más extraño que resulte por parte del supuesto propietario que ofrece un inmueble.

Las estafas en los alquileres: el inquilino debe estar muy atento.
Las estafas en los alquileres: el inquilino debe estar muy atento.

Las estafas más comunes a la hora de querer alquilar

Una de las estafas más difundidas que ponen en práctica oportunistas frente a la necesidad de las personas de tener que alquilar una vivienda es pedirles un anticipo de dinero a modo de “reserva” de turno para poder mostrarles el departamento en cuestión.

La dinámica de esta estafa es la siguiente: suele comenzar con un anuncio en redes sociales (principalmente Facebook, pero puede ser también Instagram) en donde el supuesto “dueño” ofrece su departamento en alquiler y lo deja a un precio más barato que lo que suele verse en el mercado.

El potencial inquilino (la víctima) accede a querer ver el departamento en cuestión. Hasta allí, un vínculo normal entre potencial oferente y potencial interesado.

La estafa comienza con el pedido por parte del supuesto dueño de la propiedad de un dinero para “reservarle” el turno de visita al inmueble al potencial inquilino. Los argumentos que se esgrimen para el pedido de este dinero son dos:

  • Que se lo solicita la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), a modo de “impuesto” por estar intentando llevar a cabo un negocio de índole inmobiliario.
  • Por resguardo por tener que recibir a un desconocido y la idea de reservar el turno también es para “no perder el día de trabajo” en caso de que la persona que vaya a ver el departamento finalmente no esté interesada en el mismo.

Sin embargo, este último argumento cae en su propia trampa de inconsistencia argumentativa de la estafa. Y es que los estafadores que utilizan esta técnica afirman que el dinero depositado es a modo de resguardo y que el mismo será devuelto si el potencial inquilino no está interesado en el inmueble. En caso contrario y concretar la supuesta transacción, ese dinero quedaría a cuenta.

Alquilar sigue siendo una odisea.
Alquilar sigue siendo una odisea.

Departamentos ficticios puestos en alquiler

La estafa se completa con la dirección de un inmueble que supuestamente está a disposición para ser alquilado, pero que finalmente esto no es así.

La técnica a utilizar para darle más verosimilitud a la estafa es brindarle a la víctima una dirección de un departamento (dentro de la zona del anuncio) con la promesa de que si hace el depósito correspondiente, podrá ir a verlo.

Sin embargo, muchas veces esos departamentos sí existen, pero pertenecen a personas que no tienen nada que ver con la potencial transacción, dado que no habían puesto su inmueble a alquilar.

En otros casos, más drásticos, la dirección del departamento existe, pero allí no hay ningún inmueble. O incluso también pasan direcciones inexistentes.

Una estafa recurrente

Desde las inmobiliarias afirman que este procedimiento de pedir dinero para permitirle al potencial inquilino su visita al inmueble no es legal.

El justificativo del potencial oferente es el de “mi tiempo vale” y que no quiere perder el tiempo mostrando su casa a personas que finalmente no se decidan.

La otra forma de engañar a las personas es pedirle un anticipo de dinero con la excusa de “conservarle el precio publicado y no modificárselo por la inflación”.

Una estafa por debajo del costo legal

Al ser montos relativamente bajos los que se piden, los cuales oscilan entre los $10.000 y los $20.000 para poder ver al departamento, las víctimas que finalmente caen en la trampa deciden no iniciar una denuncia formal o continuar con la misma por los costos que eso les generaría.

La operatoria a la hora de llevarse a cabo la estafa es que el estafador le brinda al potencial inquilino una cuenta bancaria para que le deposite el dinero.

Una vez se hace esto, de inmediato el estafador bloquea la comunicación con el estafado, quedando este indefenso de poder reclamarle nada y ya no puede volver a contactarse con él.

Cuando la víctima decide hacer la denuncia, la misma cae en manos de un fiscal que puede llegar a solicitarle a la entidad bancaria con la que opera el estafador que congele ese envío del dinero. Pero para que la denuncia continúe con su curso legal, la víctima debe contratar a un abogado cuyos honorarios terminan saliéndoles más caros que el dinero que perdió en la estafa. En conclusión, la propia víctima decide no continuar con la denuncia y perder ese dinero que transfirió. Esto mismo es así porque la estafa está enmarcada por debajo del costo legal.

Las estafas suele estar por debajo del costo legal.
Las estafas suele estar por debajo del costo legal.

Estas prácticas se ven intensificadas desde que se pueden llevar a cabo este tipo de operatorias desde la web y las distintas aplicaciones.

También, otro dato a tener presente es que por más que se tenga el CBU o el alias del estafador, resulta muy difícil recuperar el dinero robado por parte de quien fue afectado.

La estafa con la plataforma Airbnb

La compañía Airbnb que ofrece una plataforma digital para que los dueños de los inmuebles puedan publicitar su bien y conseguir potenciales clientes (inquilinos) tampoco escapa a esta dinámica de las estafas en el mercado inmobiliario.

La plataforma permite reservar diferentes tipos de alojamientos en todo el mundo y, por supuesto, también en la Argentina, a precios más económicos que los habituales en el mercado.

Pero al tener un método de reserva online, resulta crucial estar atento para no caer en ninguna estafa.

Entre los consejos que ofrece la propia plataforma sobre sus usuarios, para no caer en potenciales estafas, menciona la importancia de prestarle atención a los comentarios de los otros usuarios sobre alguno en particular.

Las estafas también se pueden dar a través de Airbnb.
Las estafas también se pueden dar a través de Airbnb.

Es crucial realizar toda la transacción a través de la plataforma, dado que muchas veces, la manera de operar del estafador es ofrecer desligarse de la misma para seguir la operatoria de manera particular y es ahí donde se produce la estafa.

Entre las estafas más comunes en Airbnb, aparecen:

  • Fotos falsas de los departamentos
  • Pagar fuera de la plataforma, lo que da lugar más fácilmente al fraude, generado por el supuesto dueño del inmueble al sugerir que se haga la transacción de esa manera.
  • Estar atento a las políticas de reembolso. La plataforma tiene una página específica en la que explica los tres únicos supuestos en los que se permitirían hacer reembolsos.