Un grupo de investigación del CONICET desarrolló un disyuntor inteligente que podría prevenir muertes e intoxicaciones por monóxido de carbono en hogares y escuelas. Sin embargo, hace una década espera por su reglamentación.
El objetivo del organismo es que su incorporación sea “obligatoria en los sistemas de calefacción a nivel industrial y doméstico”.
Este gas no tiene olor, sabor ni color, por ello fue el responsable silencioso de 38 muertes y 6706 personas intoxicadas entre 2019 y 2024. Desde la cartera de Salud de la Nación confirmaron que en 2025, hasta la última semana de junio incluida, ya se registraron 642 casos.
Cómo es el detector desarrollado por CONICET
Hace 15 años, un grupo de especialistas del CONICET CCT Mar del Plata desarrolló un detector automático que puede salvar vidas. A pesar de esto, aún esperan que se pueda aplicar tanto en artefactos en hogares y escuelas como a nivel industrial.
“El disyuntor corta la llama, cierra la llave de gas y da aviso, de forma automática, a la familia, al gasista matriculado y a los bomberos. Es una herramienta de vigilancia constante del sistema donde se puede saber qué concentración de monóxido se está formando y, en función de esto, actúa”, explicó el investigador de CONICET, Miguel Ponce, a la Agencia CTyS-UNLaM.
Según afirmó el experto e integrante del equipo, la ventaja de esta tecnología es que también detecta si los artefactos de calefacción del hogar están comenzando a fallar. “Si el disyuntor marca que hay formación previa de monóxido, aún por debajo del umbral de intoxicación, ya se dispara el aviso para revisar o reparar con un profesional ese equipo”, aseveró el doctor en Ciencia de Materiales.
Ponce trabaja hace 25 años en torno a esta problemática junto a un equipo de especialistas del Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales de la Universidad Nacional de Mar del Plata (Intema-CCT-CONICET).
Cuáles son los riesgos de los artefactos desactualizados
En Argentina, si bien no es obligatoria la instalación de detectores hogareños de monóxido de carbono, muchas familias optan por comprar uno de forma particular.
El equipo de investigación asegura que los aparatos disponibles que existen en el mercado solo son sensores, que únicamente alarman cuando detecta el gas por encima de cierta cifra indicada y en dicho momento dispara una señal sonora. Es decir, no dan avisos previos ni pueden cortar el gas.
“En el mundo, la tecnología aplicada al ámbito gasodoméstico se modernizó con resultados innovadores. En Argentina, hasta el momento, a pesar de las múltiples iniciativas impulsadas, se sigue utilizando la misma tecnología de los años ‘50 o ‘70”, alertó Ponce.