Tras conocerse el caso de la mujer que murió de botulismo en La Pampa por consumir berenjenas al escabeche, aumenta la preocupación por la enfermedad, que si bien es poco común exige atención y cuidados al momento de elegir o preparar ciertos productos.

El botulismo es una enfermedad poco frecuente pero muy grave causada por una toxina que ataca el sistema nervioso. Esta toxina es producida por la bacteria Clostridium botulinum, que tiene la particularidad de crecer en ambientes con poco oxígeno (anaerobios).
Los alimentos en conservas suelen quedar en el foco de atención ante casos de este tipo, porque tienen las características que necesita la bacteria para desarrollarse. Es necesario tomar conciencia del peligro que conlleva la elaboración y comercialización de productos así, sin los controles sanitarios correspondientes.
Cómo evitar el botulismo
Higiene: Lavar bien manos, utensilios y superficies, especialmente después de manipular carnes crudas.
Cocción y calor: Cocinar bien los alimentos. Hervir las conservas caseras (vegetales, carnes) por al menos 10 minutos a 80°C o más antes de consumir para destruir la toxina.
Conservas caseras: No hacer conservas caseras de vegetales poco ácidos (pimientos, espárragos, porotos) sin un tratamiento térmico adecuado. Si se hacen, añadir vinagre para acidificar.
Revisar latas: Descartar latas hinchadas, abombadas, con fugas, óxido, o si liberan gas al abrir. No consumir si el líquido es turbio o el contenido tiene burbujas/espuma.
Aceites aromatizados: Conservar en frío los aceites con ajo, hierbas o especias para inhibir el crecimiento bacteriano.
Alimentos crudos: Lavar frutas y verduras con agua potable y mantener separados crudos de cocidos.































