En una serie de allanamientos ejecutados por las fuerzas de la Policía de Misiones, dos hombres, identificados como Diego B. (34) y Gabriel A. (29), fueron capturados en relación con el robo millonario que conmocionó a la ciudad de Puerto Iguazú el pasado 20 de octubre.
En dicho atraco, perpetrado en un comercio local, los asaltantes utilizando el método conocido como “boqueteros”, lograron sustraer más de 12 millones de pesos en efectivo.
Según trascendió, los arrestos se llevaron a cabo como parte de tres operativos coordinados por diferentes dependencias de la Unidad Regional V. Durante estos procedimientos, además de la detención de los sospechosos, se incautó una cantidad significativa de dinero en efectivo, teléfonos móviles y otros elementos de interés para la investigación.
Las viviendas allanadas se encontraban en los barrios Villa Tacuara, Las Leñas y Bicentenario, y la requisa estuvo a cargo de la Brigada de Investigaciones en colaboración con efectivos de Infantería.
En cuanto a las divisas encontradas en los allanamientos, se identifican guaraníes, pesos argentinos, dólares estadounidenses, así como prendas de vestir que presuntamente habrían sido utilizadas durante el robo. Además, se encontraron dos vehículos, un Renault Fluence y un Volkswagen Saveiro, que se creen estarían vinculados al delito, respaldado por el registro de diversas cámaras de seguridad.
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El audaz asalto tuvo lugar el 20 de octubre en un establecimiento comercial ubicado en la avenida Brasil de la Ciudad de las Cataratas. Según las primeras indagaciones, varios delincuentes lograron ingresar al local tras perforar una de las paredes.
Las pesquisas indican que los criminales accedieron al local a través de un terreno abandonado contiguo al mismo y se aprovecharon de la música alta de los pubs cercanos para perforar un boquete en la estructura, minimizando así el riesgo de ser escuchados.
Una vez dentro del local, los asaltantes forzaron la caja fuerte de la oficina y se apoderaron de una suma cercana a los 12,5 millones de pesos. Se sospecha que los delincuentes conocían el lugar a fondo, ya que lograron evitar las cámaras de vigilancia internas y, de manera sorprendente, sabían que una estatua de la Virgen escondía dinero en su interior.
