Las flores amarillas son mucho más que un elemento decorativo: representan luz, esperanza y vitalidad. En la filosofía del Feng Shui, este color está directamente conectado con la energía de la abundancia, la felicidad y la buena comunicación. Por eso, usarlas en la casa no solo embellece los espacios, sino que también ayuda a activar una vibración positiva que favorece el equilibrio emocional y la prosperidad.
Esta disciplina milenaria sostiene que cada área del hogar está vinculada con un aspecto de la vida, la salud, el amor, el trabajo o la familia, y que la disposición de los objetos puede influir en cómo fluye la energía vital, o chi. En este sentido, las flores amarillas son consideradas un potente activador de energía optimista, especialmente cuando se ubican en sectores bien iluminados y ordenados.

Los mejores lugares para colocar flores amarillas según el Feng Shui
El Feng Shui sugiere ubicarlas en espacios donde la vida cotidiana transcurra con frecuencia, ya que su energía cálida y luminosa tiende a irradiarse al entorno. Algunos de los sitios más recomendados son:

- Entrada de la casa: colocar un ramo de flores amarillas cerca de la puerta principal ayuda a dar la bienvenida con energía positiva y atraer buenas noticias.
- Comedor: simboliza abundancia y unión. Las flores en la mesa fortalecen los lazos familiares y fomentan momentos felices.
- Sala de estar: ideales para promover vitalidad, alegría y armonía durante reuniones o encuentros con amigos.
- Cocina: alude al disfrute, la creatividad y la abundancia material, especialmente si se ubican cerca de una ventana.
- Espacios de trabajo o estudio: ayudan a mantener el foco, la concentración y una actitud optimista ante los desafíos.

El Feng Shui también recomienda renovar las flores cuando comiencen a marchitarse, ya que la energía estancada puede bloquear el flujo positivo del hogar. Los arreglos naturales son preferibles a los artificiales, y los jarrones de vidrio o cerámica amarilla o blanca potencian su efecto.