Hasta hoy martes 14 de octubre, Pablo Laurta duerme en una celda de la Comisaría del Menor y la Mujer de Gualeguaychú, tras ser capturado en el Hotel Berlín, en pleno centro de la ciudad. Lo hace en silencio, bajo estricta custodia, después de días marcados por la violencia, la fuga y una búsqueda nacional que movilizó a todas las fuerzas.
El uruguayo de 39 años de edad, principal sospechoso del doble femicidio de Luna Giardina y Mariel Zamudio en Córdoba, fue encontrado el domingo junto a su hijo de cinco años, cuyo paradero era incierto desde que ocurrieron los asesinatos. El operativo, que se llevó a cabo gracias a la activación de la Alerta Sofía, permitió rescatar al niño y detener al presunto autor del horror.

Una noche sin sobresaltos
Laurta pasó la noche en condiciones normales dentro de la dependencia policial. “El asesino pasó la noche bien, tranquilo; come en forma esporádica, almorzó bien. Se despertó pasada las nueve horas y tiene una conducta aceptable”, informaron fuentes policiales a Elonce.
Desde su ingreso, permanece bajo vigilancia constante, mientras se espera la orden judicial para su traslado a Concordia, donde deberá prestar declaración indagatoria ante la fiscalía interviniente.

El crimen y la fuga
La cronología es tan breve como brutal. El sábado, alrededor de las 10 de la mañana, Laurta ingresó armado a la vivienda de Luna Giardina, ubicada en el barrio Villa Serrana de Córdoba. Allí habría disparado contra ella y contra su madre, Mariel Zamudio. Ambas murieron en el acto. Luego huyó con su hijo rumbo a Entre Ríos.

La escena dejó estupefactos incluso a los investigadores más experimentados. Las víctimas tenían botón antipánico, asignado por denuncias previas. La Fiscalía de Género de Córdoba ahora evalúa si hubo fallas en el cumplimiento de las medidas judiciales que debían protegerlas.
Más que un doble femicidio
Pero el caso no termina ahí. Laurta también está siendo investigado por su posible participación en la desaparición de Martín Palacios, un chofer oriundo de Concordia que lo habría trasladado a Córdoba días antes del crimen. Palacios fue visto por última vez el 8 de octubre, y su auto apareció luego incendiado en Córdoba.
Desde entonces, nada se sabe de él, hasta que este lunes 13 de octubre, se halló un cuerpo en una zona descampada, camino a la localidad de Puerto Yeruá, Entre Ríos. Si bien no se ha podido determinar aún que el cuerpo pertenezca a Palacios, los investigadores no desestiman que el hombre haya sido asesinado por Luarta.
La figura penal que recae sobre Laurta incluye doble homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género, además del delito de sustracción de persona menor de edad.
Silencio en la celda
Mientras tanto, en la Comisaría de Gualeguaychú, Laurta se mantiene callado. Ni una palabra sobre los crímenes, ni un gesto de arrepentimiento. No ha pedido nada, no ha llorado, no ha hablado más de lo necesario. Pasó la noche sin incidentes. Comió. Durmió. Esperó. Y en ese silencio.