, tras la muerte de Micaela Villarreal, donde varios vecinos de la
localidad entrerriana de Villa Paranacito
,
reclamaron por la mala atención
del único hospital del pueblo.
La joven mujer era madre de cuatro chicos
, el menor, un bebé de apenas 8 meses.
Los habitantes reclaman falencias en la atención médica, debido a las malas condiciones edilicias, falta de equipamiento y la ausencia -o desidia- del personal zonal que llevaron a la muerte a la mujer. Reclaman además falta de bioquímico, ecógrafo, sala de parto entre otras.
Villa Paranacito cuenta con alrededor de 5000 habitantes, quienes se mostraron conmovidos por la muerte de Micaela Villarreal, una mujer de 30 años que tenía cuatro hijos.
El deceso de la joven mujer ocurrió el pasado domindo en la localidad bonaerense de Zárate, donde según sus allegados y familiares "acudió porque en el hospital de Paranacito no daban con el problema de salud que terminó costándole la vida".
Segúnel petitorio que lleva la firma de Mirna Saucedo, amiga de Micaela, que la acompañó en todo momento: "Fue mal atendida y mal diagnosticada en el nosocomio –local- al cual ingreso por una caída leve que había tenido en su motocicleta –presumiblemente el día 23 de febrero-".
Cuando acude por ayuda profesional, lo hace porque tenía “
un dolor debajo de las costillas
”, al ser examinada,
le habrían dicho que
“
podía ser fractura de costillas
, le hicieron una placa y le
”, por lo que le habrían suministrado “diclofenac y dipirona” para luego “mandarla a su casa”.
Una vez en su hogar, Micaela decidió regresar al nosocomio porque los dolores continuaban, eran más profundos y le "volvieron a dar calmantes, repitiéndole que era muscular, que se fajara y se le iba a pasar", sin embargo, al suplicio se le sumó el "tener problemas para respirar, por lo cual nuevamente fue al nosocomio" donde esta vez sí "queda internada" y le habrían suministrado nuevamente "calmantes y dipirona", pero "el dolor que sentía era insoportable", y persistía el ahogo.
Según Saucedo “
”, al escuchar esto, “decidió retirarse por propia voluntad” gracias a la ayuda de “amigos y su esposo Fabián a la ciudad de Zárate, provincia de Buenos Aires, para una mejor atención”.
Una vez en el hospital Virgen Del Carmen, "luego de una inspección primaria, decidieron internarla en forma inmediata en terapia intensiva, para posteriormente entubarla por la gran dificultad que tenía para respirar y el gran dolor que sentía. Allí en terapia, se le hicieron múltiples estudios y análisis, descubriendo que la misma había tenido una rotura en el vaso, el cual había derramado sangre afectando gravemente los pulmones, y dado el tiempo transcurrido con un diagnóstico pésimamente hecho, esto hizo que se agravará potencialmente el cuadro que presentaba, finalmente desencadenando el desenlace fatal".