Pasadas las 16:00 horas del domingo 23, un nutrido número de personas (150 apróximadamente) se concentraron en la cabecera del Puente Méndez Casariego, y marcharon para pedir la paralización y la demolición del barrio privado Amarras, que se construye en el ejido de Pueblo Belgrano, sobre el río Gualeguaychú.
La convocatoria llevada adelante por la Organización Barrial Norte y distintas otras organizaciones ambientales volvieron a manifestarse en contra del proyecto privado. Una vez concentrados iniciaron una marcha hacia el Portal de ingreso de la vecina localidad de Pueblo Belgrano, para manifestar su descontento por medio de lecturas que realizaros oradores afines, además de colgar banderas.
Un cartel se pude apreciar en el "Puente Méndez Casariego" que une ambas localidades, con la inscripción: "Ni amarras ni desmontes para evitar inundaciones".
Discursos
"Para la construcción de Amarras arrasaron con 200 hectáreas de humedales y valle de inundación, pero también pusieron un terraplén de 7 metros y medio, que no es otra cosa que una pared que hace que todo el caudal de agua rebote y vaya para Gualeguaychú", reclamaron los oradores.
"A Amarras no le interesa la gente de Gualeguaychú, en absoluto. Pero creemos que los políticos y autoridades deben gobernar para el bien común". Los humedales y el valle de inundación que se llevó Amarras son un bien común, afirmaron ambientalistas y vecinos en la manifestación, quienes responsabilizan al municipio de Pueblo Belgrano por avalar el emprendimiento.
“Se trata de un proyecto para 300 familias que está perjudicando a un montón de otras personas, y se ha afectado un bien común. Y aunque algunos digan que no, creemos que sí, porque la gente de La Cuchilla se está llevando el agua que no está yendo a ese valle de inundación”.
rellenando zonas naturales de inundación, lo cual provoca el incremento de las inundaciones que tanto está afectando a vecinos de nuestra ciudad, además del desequilibrio ambiental y la pérdida de biodiversidad.
Esto es un claro ejemplo de la decadencia capitalista, donde los negocios de unos pocos se ponen por encima de los derechos humanos y el ambiente. Es por esto que nos seguimos movilizando, generando concientización, unidad y organización para terminar con este pisoteo y construir una alternativa socialista y sustentable, criticaron fuertemente.