El padre Jorge Maniak, reconocido por toda la comunidad de San Vicente por sus servicios y labores cristianos, murió esta madrugada, luego de permanecer internado en estado crítico por coronavirus.
Tenía 83 años y su labor en la zona incluyó el desarrollo urbanístico y social. Hasta fue quien generó el nombre de la ciudad.
Le dedicó más de 50 años a San Vicente, desde que las calles y rutas de la región eran de tierra y el caserío se llamaba El Cruce, porque allí se cruzaba la ruta Nacional 14 y el “camino” a El Soberbio.
Al mediodía del día de hoy se inició una caravana de despedida con el estricto protocolo sanitario. La comunidad le ofreció su respeto y expresó la tristeza que le generó la pérdida de una persona que brindó mucho a la ciudad.
El padre Jorge Maniak fue reconocido en vida con el nombramiento en su honor de una de las calles principales y de la Escuela N° 860. También fue declarado Ciudadano Ilustre de la localidad y recibió el Timbó de Oro, un reconocimiento que entrega el Centro de Arte y Cultura.
El padre Jorge fue también uno de los pioneros de la ciudad ya que en 1970, perteneciente a la Congregación de los Misioneros Redentoristas, se radicó en la zona y debido a sus buenas acciones y entrega se ganó el cariño de gran parte de la comunidad.
Lo recuerdan con afecto y los más antiguos guardan en su memoria sus recorridos por las colonias de la localidad con su camioneta roja, sin descuidar las capillas del pueblo.
Los habitantes lo estiman mucho, y su partida definitiva a sumergido a la localidad bajo un manto de dolorosa tristeza.